Es natural que toda persona que desea bajar de peso quiera hacerlo rápidamente. Mantener un peso saludable es muy importante, pues puede presentarse sobrepeso u obesidad, lo que provoca más riesgos de sufrir ciertos problemas de salud como enfermedades del corazón.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de lo anterior, a la hora de perder kilos es importante tener en cuenta la contextura de cada individuo, esto con el fin de no desarrollar afecciones o perjudicar las funciones naturales del organismo.
Para lograrlo saludablemente, según el Ministerio de Salud colombiano, las calorías que se consumen de los alimentos deben equilibrarse con las calorías que se gastan, con las funciones corporales normales y la actividad física.
Según los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), aunque se baje una modesta cantidad, como entre un 5 al 10 % del total del peso corporal, es probable que haya resultados beneficiosos para la salud.
La evidencia demuestra que las personas que bajan de peso en forma gradual y constante (hasta un kilo por semana) logran mejores resultados. Además, es importante acudir a un médico para que la dieta y el ejercicio no perjudiquen otras funciones del cuerpo.
La dieta es una de las partes fundamentales para conseguir un peso saludable. Una de las aconsejadas por el periodista de fitness David Zinczenko a través de su libro The Zero Belly Diet (La dieta Zero Belly, en español), es ingerir alimentos ricos en betaína, colina, ácido fólico y metionina.
El autor, citado por el portal Business Insider, asegura que el consumir este tipo de ingredientes para bajar de peso fue probado en alrededor de 500 personas, quienes consumieron en el día tres comidas principales y dos aperitivos.
La idea es priorizar aquellos alimentos considerados integrales y eliminar los procesados, las carnes con mucha grasa, los productos con gluten, los lácteos y el azúcar refinado. Este tipo de alimentación debe combinarse con un entrenamiento específico.
Zinczenko indica que el trabajo con mancuernas a la hora de practicar actividad física puede ayudar más que el realizar ejercicios como los abdominales. También, es permitido, a lo largo de la semana darse un capricho en la alimentación sin abusar del mismo para no dañar el objetivo.
Cabe resaltar que en ocasiones, controlar el apetito suele ser una tarea complicada que requiere mucha fuerza de voluntad. Sin embargo, existen algunos trucos que ayudan a cumplir este objetivo. El portal especializado en estilo de vida Saber Vivir listó algunos:
- Cuidar ciertos aditivos: algunos de ellos, en vez de saciar, abren el apetito, por lo que se recomienda leer las etiquetas para evitarlos en la medida de lo posible. El espartamo y glutamato monosódico, son algunos de ellos.
- Cuando se crea tener hambre, beber: este consejo no se refiere a tomar bebidas alcohólicas o azucaradas, de hecho, es todo lo contrario. En ocasiones el cuerpo confunde el hambre con la sed, así que se debe probar con la ingesta de agua antes de las comidas o ante la necesidad de “picar” algo.
- Desayunar bien: un estudio publicado en The FASEB Journal en 2012 encontró que un desayuno con la suficiente cantidad de proteínas mejora el control del apetito, así como la saciedad, y reduce el consumo de pasabocas y comida de paquete que es poco saludable.
- Comer menos, pero más veces: numerosas veces se escucha decir que es mejor comer alrededor de cinco veces al día. Esta puede ser una afirmación correcta, pues repartir la comida en tomas regulares hará que el cuerpo se sienta menos hambriento.