Una alimentación sana es la clave para mantener un cuerpo sano. Así lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.

Los buenos hábitos alimenticios son claves para tener una buena salud cardíaca. Al tener una mala dieta se incrementa el riesgo de padecer afecciones como colesterol elevado, triglicéridos altos, hipertensión y diabetes. Las complicaciones de salud de estas enfermedades ponen en riesgo la vida de quien las padece.

“Una dieta y un estilo de vida saludables pueden reducir el riesgo de enfermedad del corazón, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, afecciones que pueden llevar a enfermedad del corazón, como el colesterol alto, la presión arterial alta y la obesidad” y “otros problemas de salud crónicos como diabetes tipo 2, osteoporosis y algunas formas de cáncer”, apunta Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señalan que es muy importante elegir grasas saludables para mantener un corazón sano. Sobre esto, indica lo siguiente:

Grasas que se recomiendan incluir:

  • Aceite de oliva
  • Aceite vegetal y de nuez
  • Margarina, sin grasas trans
  • Margarina que reduce el colesterol, como Benecol, Promise Activ o Smart Balance
  • Frutos secos, semillas
  • Palta (aguacate)

Grasas que se recomiendan limitar:

  • Mantequilla
  • Manteca
  • Grasa de tocino
  • Salsa espesa
  • Salsa de crema de leche
  • Sustituto de crema de leche sin lácteos
  • Margarina y grasa hidrogenadas
  • Manteca de cacao, que se encuentra en el chocolate
  • Aceites de coco, de palma, de algodón y de palmiste

La entidad de salud señala un ejemplo de menú de un día con las comidas principales. Cabe resaltar que funciona como una referencia y que cada persona debe consultar con un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada de acuerdo a sus necesidades alimenticias.

Desayuno

  • 1 taza de avena tradicional cocida, cubierta con 1 cucharada de nueces picadas y 1 cucharadita de canela
  • 1 plátano
  • 1 taza de leche descremada

Almuerzo

  • 1 taza de yogur natural bajo en grasa (1 % o menos) con 1 cucharadita de linaza
  • 1/2 taza de durazno en mitades en lata con jugo
  • 5 galletas saladas tostadas Melba
  • 1 taza de brócoli y coliflor crudos
  • 2 cucharadas de queso crema bajo en grasa, natural o con sabor a vegetales (para untar las galletas saladas o como salsa para los vegetales)
  • Agua gasificada

Cena

  • 4 onzas (113 g) de salmón
  • 1/2 taza de habichuelas (judías verdes, vainitas) con 1 cucharada de almendras tostadas
  • 2 tazas de verduras de hoja verde mezcladas
  • 2 cucharadas de aderezo bajo en grasa
  • 1 cucharada de semillas de girasol
  • 1 taza de leche descremada
  • 1 naranja pequeña

Refrigerio

  • 1 taza de leche descremada
  • 9 galletas en forma de animales

¿Cómo cuidar el corazón?

La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) señala algunas recomendaciones para la salud cardíaca.

  • Tener una dieta saludable: se deben consumir alimentos con bajo contenido en sal y bajo contenido de sodio. Limitar el consumo de alimentos con grasas trans, debido a que puede causar un infarto. Igualmente, moderar la ingesta de azúcares.
  • Atención a los problemas de salud: se debe estar atento a enfermedades como la hipertensión, diabetes y colesterol alto, ya que estas afecciones aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. Para esto, se deben realizar exámenes periódicos y si el médico diagnostica alguna de estas afecciones, seguir las recomendaciones y tomar la medicación a tiempo.
  • Tener cuidado con el consumo de la aspirina: el uso diario de este medicamento ayuda a prevenir ataques cardíacos, pero no es saludable para todas las personas. Por esto, antes de hacerlo, se debe consultar al médico, para conocer los efectos y la dosis adecuada.