Una alimentación saludable es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo. Además de prevenir la malnutrición, también contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que, entre las enfermedades que se pueden desarrollar teniendo malos hábitos alimenticios, están la diabetes, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y enfermedades asociadas al corazón.
Asimismo, una buena alimentación previene la aparición del sobrepeso o la obesidad, dos afecciones que pueden desencadenar las enfermedades mencionadas anteriormente y adicional, traer problemas a los huesos, articulaciones y músculos.
Existe una diversidad de métodos para llevar hábitos alimenticios saludables. De hecho, el Ministerio de Salud de Colombia realizó una lista de rutinas que debería seguirse para tener una dieta equilibrada que aporte al organismo, en lugar de destruirlo:
1. Disminuir el consumo de grasas saturadas y evitar las comidas rápidas: el consumo de estas grasas es de los más perjudiciales para la salud y se puede encontrar en productos de pastelería, galletas y postres. En cuanto a las comidas rápidas, son altamente calóricas, abundantes en grasas y pobres en nutrientes.
2. Limitar el consumo de sal: aunque es la principal fuente de sodio en la alimentación, su consumo elevado contribuye a la hipertensión arterial y aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular, de acuerdo con la OMS.
3. Vigilar el peso corporal: esto se puede hacer midiendo el índice de masa corporal. Para calcularlo es necesario saber el peso en kilogramos y la estatura en metros. Luego de tener estos datos, se aplica la siguiente fórmula matemática: IMC= Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).
4. Consumir alimentos variados y nutritivos diariamente: si la alimentación se varía de un día a otro, puede resultar más nutritiva y agradable. Lo importante es que en ella se incluyan todos los grupos de alimentos como frutas, verduras, carnes, cereales, lácteos, entre otros.
5. Aumentar el consumo de frutas y de verduras: se aconseja consumir alrededor de tres frutas y dos verduras diarias. De este modo, las vitaminas y minerales presentes en estos alimentos se verán reflejados en la salud del organismo.
6. Evitar el consumo de bebidas azucaradas: la gaseosa se considera parte de aquellas bebidas que contienen una gran cantidad de azúcar añadida entre sus compuestos. Las calorías en las bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento de peso y proveen poco o ningún valor nutritivo.
7. Seleccionar y preferir alimentos integrales: estos tienen un mayor aporte nutricional. Aportan al organismo sobre todo vitamina E, complejo B y algunos minerales. Además, aportan gran energía al cuerpo. Entre estos están los panes, los cereales y el arroz.
Teniendo en cuenta lo anterior, algunos portales especializados como Eurofitness han listado los superalimentos que deben estar presentes en una dieta saludable.
- Aguacate: contiene ácidos grasos saludables, además que puede ayudar a acelerar el metabolismo, controlando los niveles de grasa en la sangre y brindando la sensación de saciedad, según el diario MujerHoy.
- Salmón: gracias a que es una gran fuente de omega-3, contribuye a disminuir la fatiga durante el ejercicio y a la recuperación posterior. También oxigena los músculos y facilita su regeneración.
- Remolacha: con cada 100 gramos de este alimento, se ingieren solamente 43 calorías, por lo que es muy ligera y saludable para quienes desean perder peso. Asimismo, “incrementa la fuerza muscular, contiene ácido fólico y las vitaminas: C, B1, B2, B3 y B6″, explica Eurofitness.