La salud del organismo tiene varias vertientes y una de ellas es la digestiva, razón por la cual de su cuidado depende la absorción de nutrientes alimenticios para evitar enfermedades y trastornos.

Teniendo en cuenta datos compartidos en el blog Alter entorn, en las últimas décadas se ha presentado un incremento de complicaciones con el aparato digestivo, en donde figura las intolerancias alimentarias y alergias. Por lo tanto, el cuidado de esta zona del cuerpo es una tarea que le compete a todas las personas.

Factores como el abuso de sustancias químicas en cultivos, la mala alimentación, la contaminación hídrica, el exceso de antibióticos, entre otros, pueden influir en el aparato digestivo. Asimismo, es necesario tener una buena digestión para que las defensas continúen combatiendo las bacterias y obtener beneficios como mejora de la piel, más energía y contribución a la salud mental, según Sport City.

En vista de que la digestión es un tema de gran relevancia para los especialistas médicos, como para la población en general, lo primero que debe atender es que para mejorarla hay que adoptar hábitos.

Se entiende un hábito como una acción o práctica que permanece con el paso del tiempo y se ajusta a un estilo de vida. Para la Clínica de Mayo, los hábitos saludables son el conducto para evitar estragos después de los 50 años.

Por su parte, el sitio web Farma 13 explica que entre las molestias más frecuentes que muchas personas tienen por su mala digestión se encuentra el estreñimiento, pero este y otros trastornos no se mejoran únicamente con remedios, sino que se debe atender a los hábitos como:

1. Comer despacio: los conocedores del tema detallan que a la hora de comer se debe masticar bien los alimentos y evitar la ansiedad en la mesa. Asimismo, ingerir alimentos con tiempo da mayor sensación de saciedad, mientras favorece el proceso digestivo para prevenir molestias como la pesadez y la llenura, según Asana.

El orden de las comidas es importante para mantener los niveles adecuados del azúcar en la sangre. Foto: Getty Images. | Foto: RossHelen

2. Tomar agua: la recomendación es consumir este líquido natural todos los días, pues el agua se puede adherir a las fibras de algunos alimentos y favorecer el tránsito intestinal para evacuar el vientre.

3. Lavarse las manos: aunque este hábito no está directamente relacionado con la ingesta, el citado sitio web farmacéutico detalla que se debe lavar las manos antes de cocinar y consumir los alimentos. Con esta práctica, se evitan enfermedades del estómago por bacterias.

“Algunas de las diarreas y dolores de estómago están causadas por una mala higiene de las manos”, añaden.

4. Incluir alimentos fermentados: aparte de las recomendaciones que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la incorporación de frutas y verduras a una dieta diaria, también se encuentran los alimentos fermentados.

Lo que hace especiales a esta categoría de alimentos es que han sido alterados por microbios. Por ende, tienen lactobacilos: un tipo de bacterias buenas para la salud.

De acuerdo con Farma 13, productos como yogur natural, kimchi, chucrut, kéfir, kombucha, tempeh, son fermentados y se aconsejan para tener una buena digestión.

Man holding decorative model intestine. Getty Images. | Foto: Getty Images

5. Ejercicio: este hábito es un aliado infaltable para cuidar el cuerpo a grandes rasgos. En el caso de la salud digestiva, cuando una persona es sedentaria, tiende a padecer sobrepeso que puede pasar a un diagnóstico de obesidad, enfermedad catalogada por la OMS como una epidemia.

En ese sentido, los especialistas dicen que el ejercicio no implica ir a un gimnasio y quemar calorías, sino que se puede tratar de caminar por un parque, saltar la cuerda o trotar por varios minutos. Con ello, el cuerpo se adapta a necesitar energía y el aparato digestivo comienza a vitalizarse.

Para terminar, si un sujeto experimenta indigestión de manera constante con larga duración, lo mejor es ir a un médico.