La monotonía y el ritmo del día a día con el trabajo o estudio, o en cualquier otra actividad cotidiana, puede resultar una tarea imposible algunas veces. Factores externos e internos pueden afectar la productividad de las personas, alterar la concentración y dificultar el cumplimiento de ciertas metas y objetivos.
La productividad es uno de los indicadores que se utilizan para medir el rendimiento de los colaboradores o las personas en una actividad específica para el cumplimiento de algún fin específico. Por ello, es importante aprender de qué manera se puede salir de un estado de bloqueo mental que entorpece el trabajo, entendiendo que debería ser aplicado durante la mañana para tener un impacto significativo.
- Levantarse temprano es una posibilidad para iniciar el día con calma, permite planificar y organizar mejor las actividades, así como establecer metas y objetivos realistas para la jornada.
- La práctica de algún deporte o ejercicio físico no solo beneficia el cuerpo, sino también la mente. Esto ocurre más en la mañana, lo cual provoca un incremento en los niveles de energía, mejorando el estado de ánimo y promoviendo la concentración.
- Unos minutos de meditación o al mindfulness ayudan a reducir el estrés, mejorar la capacidad de atención y aclarar la mente, teniendo un impacto positivo en la productividad a lo largo del día.
- Organizar y definir cuáles son las tareas pendientes que se deben realizar el día siguiente y destinar un tiempo específico para cada una, señalando cuáles son las más prioritarias y los pasos que se necesitan para realizarlas.
- Sin duda, el desayuno es la comida más importante del día, por lo que elegir alimentos nutritivos y equilibrados proporciona energía para afrontar las actividades diarias con efectividad.
Alimentos que aumentan la productividad
La alimentación es clave para contrarrestar un trastorno como la fatiga y más cuando es generada por la práctica de actividad física. Por eso, el portal Adelgazar en Casa recomienda alimentos que ayudan a evitar la fatiga muscular y aumentan la productividad.
- Tomate: “Por su gran contenido de agua favorece mucho el proceso de hidratación previa que debe tener la persona antes de comenzar a realizar sus ejercicios. Además de poseer una gran cantidad de hierro que es importante para subir las defensas del organismo”, afirma el sitio.
- Frutos secos: Son algunas de las proteínas de origen vegetal que existen. Las almendras y nueces suelen ser las meriendas ideales para las personas asiduas al ejercicio, también como un complemento en los desayunos, ya que, aportan energía. Por su alto contenido de hierro y zinc son beneficiosos para el organismo.
- Aguacate: “Aporta energía que ayudará al momento de realizar los ejercicios. Podrá hacer más repeticiones y así conseguir el objetivo que se haya trazado cada persona. También controla el nivel del ácido láctico del organismo”.
- Té verde: Conocido por sus propiedades antioxidantes, el té verde ayuda a que haya una buena oxigenación y que el organismo funcione perfectamente al estar sin radicales libres. De esta manera, no aparece la fatiga mental, que enviará las señales a los músculos. También ayuda en la oxigenación de las fibras de los músculos.