Con el paso del tiempo el cuerpo se va deteriorando y aparecen múltiples enfermedades, ya sea por un factor genético, o por los malos hábitos como la falta de ejercicio y el consumo excesivo de alcohol.

El National Institute Diabetes and Digestive and Kidney Diseases describe las etapas del proceso de cambio en la que una persona se ve involucrada, luego de querer tener hábitos que pueden contrarrestar el desarrollo de una diabetes, por ejemplo, entendida como la no producción de insulina y/o la resistencia de las células a ella.

  • Reflexión: aquí una persona se puede preguntar cómo va a llevar a cabo los nuevos hábitos que influyen en su salud, y cuáles serían los beneficios de hacerlo tanto a corto como a largo plazo.
  • Preparación: luego de la creación de un plan de acción para la mejora de las actividades a favor de la salud, una persona debe plantearse las metas que quiere cumplir en su día a día para alcanzar el objetivo.
  • Acción: en esta fase, inicia un cambio no solo físico sino mental, en donde la persona se encuentra en una adaptación leve de sus nuevos hábitos.
  • Mantenimiento: es importante saber que un deseo no es un plan en acción, por lo que luego de determinado tiempo, se deben ver cambios en las rutinas en el día a día, observando los errores que se han cometido y como se han superado.

Es crucial la flexibilidad en estos tipos de cambios, que aunque no son abruptos, si son significativos porque tienen un alcance tanto en el presente como en el futuro.

Nuevos hábitos

  • La Clínica Mayo precisa que las mujeres deben cambiar e incluir algunos productos en su plan de alimentación porque su cuerpo requiere de nutrientes que ya no tiene. Por ejemplo, el consumo de calcio es indispensable, ya que los huesos se deterioran y se encuentran en riesgo de osteoporosis.
  • Vitaminas: el consumo de vitaminas siempre será fundamental, y más, si es del tipo B12 porque participan en las funciones del cerebro.
  • Proteínas: son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo, sin embargo, algunas personas las evitan y las sustituyen por alimentos vegetales que las contienen. Se recomienda consultar con un nutricionista para su adecuada ingesta.
  • Realización de ejercicios: la actividad física siempre será positiva para la salud del organismo, sin importar enfermedades preexistentes.
Foto referencia sobre alimentos. | Foto: Getty Images

Actividades físicas

El Ministerio de Salud de Colombia comparte un decálogo para la realización de actividades físicas, según la edad y del sexo de una persona. Sin embargo, precisa que si se es mayor de 60 años, se pueden hacer ejercicios de aproximadamente 20 minutos diarios, acompañados de rutinas de equilibrio y fuerza.

“Pero cuando no puedan realizar la cantidad de actividad física recomendada debido a sus condiciones de salud, deberán ser tan activos físicamente como sus capacidades y sus condiciones lo permitan, dándole prioridad a las actividades de intensidad moderada, que se pueden realizar acumulando sesiones de mínimo 10 minutos”, explica en su página web.

Asimismo, sea el caso, recomienda no usar “medios motorizados” y optar por caminar, correr o demás, pero como se mencionó anteriormente, todo va de acuerdo a la condición física de una persona.

La generación más vieja

La Organización Mundial para la Salud, OMS, en un artículo publicado en su sitio web, plantea que entre el 2020 y el 2030 alrededor del mundo habrá más del 34 % de personas mayores de 60 años, explicando que “la pauta de envejecimiento de la población es mucho más rápida que en el pasado.”

Estos son los cambios que pueden presentarse en la boca, durante el envejecimiento. | Foto: Getty Images

No hay un punto demográfico en el que se precise que hay mayor número de personas adultas, sin embargo, la entidad internacional señal que “la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años”.