Una reciente publicación investigativa en el Instituto de Ciencia Planetario estima que en una región del planeta rojo pudo haber vida, debido a que la científica Catherine Weitz no descarta la idea de que Marte estuvo siendo “habitable repetidamente, hasta relativamente tarde, en la historia marciana”.

Este hallazgo se da porque algunas de las regiones del planeta Marte, que están conservadas, muestran creaciones de agua corriente en su superficie; específicamente de la zona Margaritifer Terra, en la que se han identificado depósitos de sedimentos arcillosos.

El pasado martes 22 de junio, Weitz consignó que “la presencia de arcillas indica un entorno favorable para la vida porque las arcillas se forman y permanecen estables en condiciones de pH neutro donde el agua persiste a largo plazo, lo que minimiza la evaporación para formar otros minerales como sulfatos”.

Es así como se descubrió que en la región de la cuenca de Ladon, dentro de Margaritifer Terra, hubo una “larga historia de flujo de agua”.

Para la científica, este afluente hídrico comenzó relativamente temprano en el planeta rojo, “hace alrededor de 3.800 millones de años y continuó hasta hace 2.500 millones de años, lo que se considera relativamente reciente”.

El hallazgo también aparece en la revista Icarus. Para llegar a estas conclusiones, se utilizaron datos del experimento científico de imágenes de alta resolución de la Nasa (HiRISE), la cámara de contexto (CTX) y los espectrómetros de imágenes de reconocimiento compacto para Marte (CRISM) a bordo de la nave espacial Mars Reconnaissance Orbiter.

Con el uso de las imágenes orbitales, el estudio dice que se identificaron sedimentos de arcilla en el norte de Ladon Valles, el sur de la cuenca de Ladon y las tierras altas del suroeste alrededor de la misma.

En adición, se tuvo en cuenta los colores que tienen dichos sedimentos. De acuerdo con la publicación, las capas son claras y por ello “muestran buzamientos de lecho relativamente bajos y contienen arcillas a lo largo de 200 kilómetros de distancia”.

Debido a lo anterior, la investigación considera que son evidencias que muestran que, posiblemente, un lago estuvo presente en esta zona del planeta rojo. “El entorno del lago de baja energía y la presencia de arcillas sustentan un ambiente que habría sido favorable para la vida en ese momento”, detalló Weitz, científica principal del Instituto de Ciencias Planetarias.

Respecto a la formación de las arcillas, en el informe se explica que probablemente se formaron en terrenos montañosos cercanos a la cuenca. Luego de esto, el agua erosiona para producir el canal que habría dado surgimiento al ecosistema acuático.

Para terminar, la líder científica abordó los resultados al decir que estos “indican que los sedimentos de arcilla, depositados por el agua corriente, no fueron inusuales durante este tiempo más reciente porque vemos muchos ejemplos de valles jóvenes similares que depositaron arcillas en la región”.

La cuestión en torno a la presencia de agua en Marte ha sido un tema central de investigación por científicos de la Nasa y otras agencias espaciales. En esta oportunidad, la investigación de Weitz estuvo financiada por la agencia estadounidense en el programa de análisis de datos de Marte y el programa de geología y geofísica planetaria.

El pasado miércoles 15 de junio un nuevo hallazgo llamó la atención de los científicos de la Nasa. Las cámaras del Perseverance encontraron un pedazo de papel aluminio en el suelo del planeta rojo, sostenido por dos rocas gigantes. La explicación que dieron fue que pertenecía al material que se cayó del robot cuando aterrizó; sin embargo, continúa la incógnita sobre lo que esta “basura” representa para el ambiente marciano.