Sorprendidos se encuentran un grupo internacional de científicos, entre ellos varios suizos, luego de que lograran captar un exoplaneta gaseoso gigante que gira alrededor de dos soles. Se trata de una configuración que hasta ahora los expertos consideraban imposible.
El exoplaneta fue descubierto en “b Centauri”, un sistema solar situado a unos 325 años luz de la Tierra, según se publicó el miércoles en la revista científica Nature.
Además se explicó que el “b Centauri” está formado por dos estrellas, cada una de las cuales tiene una masa al menos seis veces superior a la de nuestro sol y es tres veces más caliente.
Entre tanto, el “b Centauri b”, el gigante gaseoso recién descubierto, tiene una masa 10 veces superior a la de Júpiter y es uno de los mayores exoplanetas que se han encontrado.
“Hasta ahora, se han descubierto relativamente pocos planetas alrededor de estrellas con más de dos masas solares (es decir, más del doble del tamaño de nuestro sol)”, indicó el profesor Sascha Quanz a través de un comunicado de prensa.
Sascha Quanz, quien es jefe del Grupo de Exoplanetas y Habitabilidad de la Escuela Politécnica Fedreal de Zúrich ETH, también explicó que estudios anteriores concluyeron que tal escenario se complicaría por la enorme atracción gravitatoria de los soles masivos, los cuales absorben toda la materia disponible alrededor, además de emitir altas temperaturas que queman todo lo demás.
Sin embargo, en el caso de “b Centauri b”, dicho problema parece haber quedado resuelto gracias a una órbita extremadamente amplia.
“Esa gran distancia de las dos estrellas centrales y la reducida irradiación asociada podrían haber sido la clave de la supervivencia del planeta”, agregó al respecto Lucio Mayer, de la Universidad de Zúrich.
No obstante, los científicos aún no tienen claro cómo se formó el planeta en primer lugar.
Para llevar a cabo dicho descubrimiento fue necesario el llamado Very Large TelescopeEnlace externo (VLT), operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO) en el desierto de Atacama (Chile).
Por último, se indicó que los investigadores tienen la intención de continuar con observaciones más detalladas una vez que el telescopio extremadamente grande de la ESO se encuentre funcionamiento en la próxima década.
Científicos descubrieron planeta similar a la Tierra con el tamaño de Marte
Un planeta que tiene aproximadamente el tamaño de Marte y la mitad de la masa de la Tierra, identificado como GJ 367 b, de período ultracorto a 31 años luz que gira alrededor de su estrella en solo ocho horas, fue descubierto por un grupo de investigadores de la misión TESS, apoyada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
El descubrimiento demuestra que es posible determinar con precisión las propiedades, incluso, de los exoplanetas más pequeños y menos masivos, resalta el grupo de investigadores, dirigido por Kristine W. F. Lam y Szilárd Csizmadia, del Instituto de Investigación Planetaria del DLR (Centro Aeroespacial Alemán).
Aseguran que este tipo de estudios proporcionan una clave para entender cómo se forman y evolucionan los planetas terrestres. Con un período orbital de solo un tercio de un día terrestre, GJ 367 b se mueve rápidamente. “A partir de la determinación precisa de su radio y masa, GJ 367 b se clasifica como un planeta rocoso. Parece tener similitudes con Mercurio. Esto lo sitúa entre los planetas terrestres de tamaño inferior a la Tierra y hace avanzar la investigación en la búsqueda de una ‘segunda Tierra’”, precisan.
Los científicos describen que los planetas de períodos ultracortos son mundos pequeños y compactos que giran alrededor de sus estrellas a corta distancia, completando una órbita, y un solo año abrasador, en menos de 24 horas.
Sobre el planeta hallado, el equipo determinó que es un planeta rocoso y probablemente contiene un núcleo sólido de hierro y níquel, similar al interior de Mercurio.
Debido a su extrema proximidad a su estrella, los astrónomos estimaron que el GJ 376 b recibe 500 veces más radiación de la que la Tierra recibe del sol. Como resultado, el lado diurno del planeta hierve hasta 1.500 grados celsius. “Bajo temperaturas tan extremas, cualquier atmósfera sustancial se habría evaporado durante mucho tiempo, junto con cualquier signo de vida, al menos tal como la conocemos”, especifican, descartando cualquier hallazgo de vida en ese planeta.