El Samhain es una tradición pagana donde los antiguos celtas dejaban frutos y dulces en las puertas de sus casas, porque creían que en el último día del verano y el primero del otoño regresaban los espirítus de sus antepasados a visitarlos luego de las cosechas. Ese ritual fue llevado por los irlandeses a los Estados Unidos en 1840 y los norteamericanos la volvieron comercial. La palabra Halloween viene de la frase escosesa “All Hallow’s Eve” que significa el orígen de los santos y fue adapatada por la iglesia católica para conmemorar el día de los difuntos. Hoy en día, miles de personas alrededor del mundo usan el 31 de octubre para disfrarzarse y salir en la noche con su familia o amigos para pedir dulces o hacer actividades comerciales como visitar centros comerciales y sitios adapatados para la fecha. Bogotá no es la excepción para esta celebración. Así que Semana.com le presenta 5 lugares para visitar en esta víspera de santos difuntos y celebrar Halloween. Le sugerimos: Cinco medidas para celebrar el día de los niños en Bogotá La casa embrujada de La Candelaria: Si le gusta recorrer las calles de la capital en la noche, puede ir a la calle 11 con carrera 2 y encontrará una casa de dos pisos, que antes pertenecía al difunto José María Cordovez Moure, el autor de Reminiscencias de Santa Fé y Bogotá y que le ofrecerá la oportunidad de asustarse un poco. En esa casa, los vecinos dicen que encontraron cádaveres enterrados en las paredes y que hoy en día los espíritus de esas personas rondan la cocina y visitan a los inquilinos de los dos pisos. La edificación hace parte de un circuito de leyendas que se tiene del barrio La Candelaria, donde dicen que en las noches las entidades del inframundo espantan. Juego zombie: Un espectáculo de teatro interactivo pone en esa escena el desafío de unos visitantes que deben enfrentarse a una invasión zombie, llamada ZOX. Los visitantes son todas las personas que quieran tener un rol dentro de la obra y juegan dentro del apocalipsis en un campamento de refugiados. La obra tiene la participación activa del público y se desarrolla en un campo abierto. Los asistentes dentro de la historia deben resolver misiones como si estuvieran dentro de un juego de consola. El escenario está ubicado en las afueras de Bogotá y tiene más 72 personas en el montaje y la producción de la obra. Más información en la página oficial de la obra La casa de los suicidas: El hotel del salto del Tequendama ha sido conocido por su misterioso aire tenebroso. En los años cincuenta era un lujoso hotel, pero fue abandonado y ahora acompaña al acantilado de 157 metros que hace parte de la vena hídrica de Bogotá. Los habitantes del sector dicen que había un promedio de un suicidio por día. Un antiguo administrador del hotel cuenta que los huéspedes se levantaban con arañazos y que el lugar era muy usado para tirar cadáveres. El salto del Tequendama es reconocido a nivel mundial por las leyendas que sobre él se tienen. El café de la bruja: Si usted es de los que prefiere un ambiente tranquilo, puede volver al barrio La Calendaria y tomarse algo en el Café de la bruja. Los empleados de esa cafetería siguen el relato de los vecinos que aseguraban la presencia de las víctimas del Bogotazo en ese edificio. Otros habitantes del sector cuentan que antes el lugar funcionaba como un calabozo que fue visitado por una bruja para salvar a su hijo y que para poder rescatarlo tuvo que conquistar con sus platos y lectura de cartas a los guardianes. Hoy en día los visitantes saben que los sonidos de la casa son de las cisternas viejas, que por patrimonio se conservan. Oscurantismo: Para las almas más rumberas esta es la oportunidad para que se disfracen y bailen. Es un evento musical que se llevará a cabo en el Hipódromo de Bogotá, donde estarán artistas como Bomba Estéreo y Break bot y se premiará al mejor disfraz. Se puede bailar después de tener experiencias aterradoras en las casas embrujadas y la invasión de zombies. Más información en la página del evento