Expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard revelaron que el Plato para Comer Saludable consiste en:

  • 1/4 del plato debe ser de granos integrales: trigo integral, cebada, granos de trigo, quínoa, avena, arroz integral, y las comidas preparadas con estos ingredientes como pasta de trigo integral
  • 1/4 del plato debe ser proteína: Pescado, pollo, legumbres (habichuelas/leguminosas/frijoles), y nueces son fuentes de proteínas saludables y versátiles – pueden ser mezcladas en ensaladas, y combinan bien con vegetales en un plato.
  • Aceites de plantas saludables (en moderación): Se deben escoger aceites vegetales saludables como oliva, canola, soya, maíz, girasol, maní (cacahuate), u otros, y hay que evitar los aceites parcialmente hidrogenados, los cuales contienen las grasas trans no saludables, y hay que recordar que “bajo en grasa” no significa “saludable”. Es más, la OMS indica que menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas.

Asimismo, es importante tomar agua, y los hombres deberían tomar 13 tazas de agua al día y las mujeres nueve tazas. Sin embargo, el consumo de agua puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día. Por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua, para cubrir la pérdida de líquidos. Asimismo, si el clima es cálido y se suda más, es recomendable aumentar la ingesta de agua, o si una mujer está embarazada, es posible que necesite más líquidos, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

El Plato para Comer Saludable, según Harvard. | Foto: Semana

Beneficios de una buena alimentación

El portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que los principales beneficios de una alimentación saludable son:

  • “Garantizar más energía para ejecutar las actividades diarias y mayor disposición para practicar actividad física.
Un plan de alimentación balanceado reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. | Foto: Getty Images
  • Disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y diabetes, por ejemplo, pues la alimentación rica en vitaminas, minerales y fibras puede ayudar a regular los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, previniendo así enfermedades.
  • Promover el crecimiento y la renovación de los tejidos, principalmente de los huesos, la piel y los músculos, por lo que juega un papel esencial en el desarrollo de los niños y en el proceso de aumento de masa muscular y pérdida de peso.
  • Mejorar el rendimiento y la concentración, pues favorece el buen funcionamiento de la memoria y de todo el sistema nervioso.
Una buena alimentación es fundamental para cuidar la salud y permitir que las personas se sientan bien. | Foto: Getty Images
  • Proporcionar mayor disposición, pues ayuda a mejorar el funcionamiento del metabolismo; aparte de estar directamente relacionada con la energía suministrada al organismo por los alimentos.
  • Regular la producción de hormonas, actuando en la prevención de enfermedades relacionadas con la tiroides y la fertilidad, por ejemplo.
  • Mejorar la calidad del sueño, pues algunos alimentos ayudan a mejorar la cantidad de melatonina, lo que influye directamente en la calidad del sueño”.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.