La memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar esta información y según, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, hay diferentes tipos de memoria: la memoria de corto plazo que es la que almacena información por unos pocos segundos o minutos y la memoria de largo plazo que es la que almacena por un período más largo de tiempo.

Además, todos los seres humanos empiezan a desarrollar la memoria desde que están en el vientre, pero los recuerdos se dan a partir de los tres años.

La memoria es la función cerebral para retener información. | Foto: COPYRIGHT DAZELEY NOT ASSIGNED

No obstante, es importante señalar que la memoria no funciona siempre a la perfección, ya que a medida que se envejece, se puede tomar más tiempo para recordar las cosas.

Por ello, el diario español 20 minutos puntualizó que Harvard reveló las cinco comidas que se deben evitar si se quiere tener una buena memoria:

1. Aceites de semillas industriales y procesados.

2. Alimentos con azúcares refinados y añadidos.

3. Alimentos procesados.

4. Edulcorantes artificiales.

5. Alimentos fritos.

Una alimentación saludable es clave para tener una buena salud. | Foto: Getty Images

Ahora bien, para evitar los alimentos mencionados se pueden seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una dieta saludable que debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

Así las cosas, la entidad recomienda comer frutas, verduras y granos integrales, elegir fuentes de proteína bajas en grasa, como pescado, frijoles y carne de pollo sin piel.

Otros alimentos recomendados son: mango, uvas, banano, peras, huevos, legumbres como las lentejas, frutos secos como los anacardos, acelgas, espinacas, lácteos, entre otros.

Entre tanto, para fortalecer la memoria hay que hacer ejercicio, pues de esta forma se oxigenan todos los órganos del cuerpo y las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

Asimismo, como hay que ejercitar el cuerpo, hay que ejercitar la mente y Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, sugirió hacer crucigramas, jugar bridge, tomar caminos diferentes cuando conduzca, tocar algún instrumento, entre otros.

Otra recomendación es efectuarse preguntas cuya respuesta deba investigar, por ejemplo, cuál es la capital de tal país, cuánto viven las hormigas, cuál fue la primera canción de tal artista, entre otras.

Todos los seres humanos empiezan a desarrollar la memoria desde que están en el vientre. | Foto: GETTY IMAGES

Adicional, es de vital importancia tener un buen descanso, pues el dormir ayuda a consolidar los recuerdos de modo que se puedan recordar más adelante. De hecho, la mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por día.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.

Además, hay que tener en cuenta si está preocupando la pérdida de memoria, especialmente si esto afecta la capacidad para realizar las actividades diarias o si se nota que la memoria empeora, es importante hablar con un médico para que este realice un diagnóstico y pueda indicar cuál es el mejor tratamiento para tratar la afección.