Con el paso del tiempo, los senos de una mujer pueden tener diferentes cambios. Según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las mamas pierden grasa, tejido y glándulas mamarias.

Los cambios que esta parte del cuerpo puede sufrir se deben, en parte, a la disminución de la producción de estrógenos en el cuerpo, que da inicio a la menopausia. “Sin estrógenos, el tejido de la glándula se encoge, lo que hace que las mamas sean más pequeñas y estén menos llenas. El tejido conectivo que soporta las mamas se vuelve menos elástico, así que estas se descuelgan”, detalla la Biblioteca.

Los senos pueden seguir creciendo durante la adolescencia e incluso en los primeros años de los 20. Según indica Kids Health, entidad dedicada a la salud pediátrica y familiar, “Cuando los senos están creciendo, pueden ser puntiagudas durante un tiempo antes de volverse más redondeados y compactos. Algunas chichas pueden tener un pecho un poco más grande que el otro”.

Según indica Medline Plus, las protuberancias en los senos son un factor común durante el tiempo cercano a la menopausia. Sin embargo, es importante realizar chequeos médicos regularmente para verificar que todo esté bien, pues con la edad, el riesgo de cáncer de mama aumenta.

Cáncer de mama

El cáncer de seno o de mama es el tipo de cáncer más común. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, “cerca de una de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida. El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad en las mujeres. En 2020, alrededor de 685 000 mujeres fallecieron como consecuencia de esa enfermedad”.

En este cáncer las células de la mama se multiplican sin tener control sobre ello. Puede comenzar en distintas partes del seno. En los lobulillos (glándulas que producen leche), en los conductos (tubos que transportan leche al pezón) y en el tejido conectivo (tejido fibroso y adiposo).

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala los síntomas del cáncer de seno:

  • “Un bulto o engrosamiento en la mama que se siente diferente del tejido que la rodea.
  • Cambio de tamaño, forma o aspecto de una mama.
  • Cambios en la piel que se encuentra sobre la mama, como formación de hoyuelos.
  • Descamación, desprendimiento de la piel, formación de costras y pelado del área pigmentada de la piel que rodea el pezón (areola) o la piel de la mama
  • Enrojecimiento o pequeños orificios en la piel que se encuentra sobre tu mama, como la piel de una naranja”.

Cuando el cáncer está avanzado, pueden presentarse los siguientes síntomas:

  • Dolor óseo.
  • Dolor o molestia en las mamas.
  • Úlceras cutáneas.
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos en la axila (próxima a la mama con cáncer).
  • Pérdida de peso.

Tratamiento

El tratamiento para el cáncer de mama puede ser eficaz si la enfermedad es detectada a tiempo. Por eso es importante prestar atención a los cambios en los senos y acudir regularmente al médico. El procedimiento consiste en una extirpación quirúrgica, radioterapia y medicación para combatir el cáncer.

Según menciona la Organización Mundial de la Salud casi la mitad de los casos de cáncer de seno corresponden a mujeres que no tienen ningún factor de riesgo identificable. Algunas de las características o variables que aumentan el riesgo de tener esta enfermedad son:

  • Envejecimiento.
  • Obesidad.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama.
  • Consumo de tabaco.
  • Terapia hormonal posterior a la menopausia.