El doctor Jorge Baixauli Fons, especialista del Departamento de Cirugía General y Digestiva de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) de España señala que “en el tramo distal del canal anal es normal la presencia de unas estructuras a modo de cojines, constituidas por tejido vascular principalmente, denominadas plexos hemorroidales”.

Se habla de hemorroides o enfermedad hemorroidal cuando de la alteración de estas estructuras se deriva una sintomatología como sangrado asociado a la deposición, prurito anal y dolor.

De acuerdo con el galeno, hay diversas causas que pueden provocar el desarrollo de la hemorroides, siendo el estreñimiento la más frecuente. “La más directamente relacionada con esta patología es el estreñimiento asociado a la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante”, indica.

La diarrea (por la irritación química de las heces líquidas sobre las hemorroides), la ingesta de algunos alimentos, el embarazo (motivadas por la presión que el feto ejerce sobre la circulación del retorno venoso a nivel de la pelvis) y algunos factores hereditarios son otras causas de esta enfermedad.

Baixauli precisa que el síntoma más común de la hemorroides es el sangrado escaso y que guarda relación con la deposición a menudo. Este sangrado suele presentarse en las heces o cuando se realiza la limpieza de esta zona. Pese a lo anterior, hay ocasiones en las que el sangrado “puede ser abundante y alarmante”.

“Otro síntoma frecuente es la salida al exterior de una masa carnosa que corresponde con una hemorroide interna que sale hacia el exterior”, agrega. Por último, aclara que el dolor no es un síntoma frecuente de esta patología. Sin embargo, se presenta cuando ocurre una crisis hemorroidal o episodios de trombosis de las hemorroides.

El grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (Semi) subraya que la hemorroides no siempre puede ser evitada, puesto que en ocasiones obedece a factores hereditarios. No obstante, hay algunos factores que sí pueden ser corregidos a tiempo para prevenir el desarrollo de esta enfermedad que, en ocasiones, puede necesitar de cirugía. La obesidad, el estreñimiento y la diarrea son algunos de ellos.

Otros factores que pueden ser corregidos es estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido, especialmente si el asiento es inadecuado o la existencia de hipertensión portal. Esta última está relaciona con el aumento de presión venosa a nivel del sistema porta, a menudo por padecer una cirrosis hepática, y pocas veces por cáncer. “En ocasiones se relacionan con un abuso de laxantes; o factores nutricionales que condicionan una dieta habitual sin residuos”, destaca el grupo de la Semi.

Ante la presencia de los síntomas ya descritos conviene consultar al médico para definir el tratamiento adecuado de esta enfermedad, el cual puede variar según el paciente. A la par del plan que sugiera el galeno, también hay opciones naturales que pueden ayudar en el manejo de la hemorroides.

Al respecto, el grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía sugiere tomar baños de asiento de 15 minutos, con agua tibia, entre dos y tres veces al día, después de defecar. “Puede hacerse en una palangana o jofaina. No agregar al agua aromatizantes, champú de ducha, jabón, etc. Después de cada baño de asiento, lavar (en el bidé o con agua limpia) la piel alrededor del ano”, subraya.

Agrega que una dieta rica en fibra, ejercicios e higiene adecuada pueden ayudar en el manejo de esta patología y el mejoramiento de los síntomas. El uso de la sábila es otra alternativa para aliviar los síntomas de la hemorroides.

Valeria Sabater, licenciada en Psicología de la Universidad de Valencia explica en un artículo publicado en el revista sobre buenos hábitos y cuidados para la salud MejorconSalud, que distintos estudios han demostrado que la sábila, también conocida como aloe vera, tiene efectos cicatrizantes y desinflamatorios.

En consecuencia, el gel de esta planta ayuda a calmar el dolor, reducir la inflamación y aliviar la picazón y la incomodidad que se producen por la hemorroides, así lo reseña un artículo del Institute for Quality and Efficiency in Health Care, publicado en PubMed y citado por Sabater.

La preparación del ungüento es muy sencilla, solo se necesita una cucharada de gel de aloe vera (15 g) y dos gotas de aceite esencial de lavanda. El artículo de MejorconSalud explica que estos dos ingredientes se mezclan en un recipiente y luego se guarda en la nevera durante media hora. Surtido este tiempo, se saca de la nevera y se deja en reposo hasta que esté fresco.

Luego, según Sabater, se toma un poco del gel con la ayuda de un hisopo, el cual debe ser introducido con suavidad por el rector hasta llegar a la hemorroides. “Lo ideal es que lo apliquemos de 3 a 4 veces al día. De ese modo y al cabo de una semana, es posible que veamos cómo ha mejorado nuestro estado y cómo las hemorroides se han desinflamado”, explica la licenciada en Psicología de la Universidad de Valencia.