La hepatitis aguda es una enfermedad que provoca la inflamación del hígado y principalmente es causada por un virus, pero también puede surgir por el uso prolongado de medicamento, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y alteraciones en la inmunidad.
De acuerdo con el portal web Manual MSD, la hepatitis vírica aguda puede estar causada por cinco virus principales de la hepatitis como lo es la hepatitis A, B, C, D y E. Como tal, la hepatitis A es la causa más frecuente de la hepatitis aguda, seguido del virus de la B. Ante la presencia de este tipo de virus es importante pedir atención médica para determinar el tratamiento a seguir.
Por otra parte, esta enfermedad, que afecta el sistema inmunológico, se puede percibir por la presencia de los siguientes primeros síntomas:
- Cansancio o fatiga
- Pérdida de apetito
- Fiebre
- Dolores en las articulaciones y músculos
- Malestar general
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Vómitos
Cuando inician estos primeros síntomas, en algunos casos puede surgir una coloración amarilla en la piel y los ojos, la cual se denomina ictericia. Este síntoma viene acompañado muchas veces de picazón en la piel, orina oscura y heces blanquecinas. Cabe recordar que el proceso inflamatorio de la hepatitis puede durar más de 6 meses, convirtiéndose a ser una hepatitis crónica.
En caso de que la hepatitis aguda se torne grave, es probable que se comprometa el funcionamiento del hígado y de las vías biliares, aumentando el riesgo de hemorragias, interfiriendo en la producción de proteínas y comprometiendo el sistema inmune, pudiendo afectar otros órganos del cuerpo.
Asimismo, el portal web Tua Saúde señala que durante la etapa aguda de la hepatitis se puede también desarrollar insuficiencia aguda del hígado, por lo cual debe ser realizado el diagnóstico de manera temprana, ya que pueden ser necesarias intervenciones urgentes, como un trasplante de hígado.
Principales causas de la hepatitis aguda
Son múltiples las causas que provoca la hepatitis aguda, por ello, Tua Saúde lista las principales y a las que se debe prestar mayor atención:
- Infección con el virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
- Otras infecciones, como adenovirus, citomegalovirus, parvovirus, herpes y fiebre amarilla.
- Uso de medicamentos, como ciertos antibióticos, antidepresivos, estatinas o anticonvulsivos.
- Uso de medicamentos como el Paracetamol.
- Enfermedades autoinmunes, cuando el cuerpo produce anticuerpos de forma inapropiada contra sí mismo.
- Alteraciones en el metabolismo del cobre o hierro.
- Alteraciones en la circulación
- Obstrucción biliar aguda.
- Empeoramiento de una hepatitis crónica.
- Alteraciones en el metabolismo de las grasas.
- Cáncer.
Además de estas causa, existe la hepatitis transinfecciosa, que es la provocada por infecciones que no alteran directamente el hígado, pero que acompaña infecciones generalizadas graves como la septicemia.
¿Cómo trata la hepatitis aguda?
Como tal, el tratamiento de la hepatitis aguda depende la causa que la provoca. Sin embargo, existen algunas medidas generales que se deben tener en cuenta para el tratamiento. Algunas de ellas son el reposo, el consumo abundante de líquidos para hidratar el cuerpo, la suspensión del consumo de bebidas alcohólicas, una alimentación blanda y suave, el uso de medicamentos prescritos por un especialista y el consumo de alimentos específicos que aumenten las defensas del cuerpo.
En el caso de que la hepatitis aguda sea causas por medicamentos, también se puede indicar la suspensión de dicho medicamentos. En algunos caso, el especialista en salud también puede recomendar el uso de medicamentos que promuevan el alivio de los síntomas, en caso de que la hepatitis no esté relacionada con medicamentos, y/o medicamentos que promuevan la disminución de la inflamación hepática, como corticoides o inmunosupresores, o que actúen directamente disminuyendo la replicación del virus.