El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo y ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por ello, si se experimentan alteraciones en la piel, falta de energía, metabolismo lento, trastornos digestivos, defensas bajas e incluso cambios de humor, podría ser que este órgano esté enviando señales de no estar trabajando correctamente.

Por ese motivo, y a pesar de que es capaz de limpiarse a sí mismo, es fundamental mantener una dieta saludable que lo mantenga en buen estado y hábitos que lo refuercen.

Una de las enfermedades derivadas de este órgano es el hígado graso, el cual, se presenta cuando se acumula mucha grasa en las células hepáticas. Aunque es normal que las personas tengan una pequeña cantidad de grasa en las mismas, se considera que tienen este padecimiento cuando este volumen es superior a 5 %.

Existen dos tipos de hígado graso, según la biblioteca:

1. Enfermedad del hígado graso no alcohólico: no está relacionado con el consumo de alcohol y se divide en hígado graso simple y esteatosis hepática no alcohólica. En ambas, se presenta inflamación y daño en las células.

2. Enfermedad del hígado graso por alcohol: también llamada esteatosis hepática alcohólica la cual está relacionada con el consumo de bebidas alcohólicas. “El hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas”, explicó Medline Plus.

Así mismo, para mantener el hígado saludable se debe tener un estilo de vida equilibrada que involucre la actividad física y una alimentación saludable.

Entre los alimentos que son altamente recomendados para mantener este órgano saludable está el rábano, el cual, según el portal Gastrolab es muy usado en la medicina tradicional china para tratar afecciones como la fiebre, el dolor de garganta y las inflamaciones.

El rábano es posible consumirlo crudo, basta con lavarlo perfectamente, quitarle el tallo y degustarlo como si se tratase de una fruta, a mordiscos. También puede ser cortado en rebanadas y agregarle un poco de jugo de limón junto con una pizca de sal.

Además, es posible tomar el rábano en forma de jugo. Para prepararlo se debe licuar la hortaliza con una taza de agua y degustarlo en las mañanas para absorber los nutrientes que ayudan a aminorar el hígado graso.

Es importante destacar que el rábano no suplanta el tratamiento médico, por lo que es necesario acudir al especialista para que recete las medidas a tomar, dependiendo la afección que se tenga.

Alimentos que se deben evitar con hígado graso

Según Vidae, del portal Mundodeportivo, se deben evitar los siguientes alimentos:

  • Azúcar: cuando se consume este producto con regularidad alta, se producirán grasas que se depositarán en el hígado y causarán inflamación.
  • Alcohol: este tipo de bebidas siempre serán el enemigo número uno de las enfermedades hepáticas. Esto se debe a que al metabolizarse e ingresar al organismo, provoca un aumento de triglicéridos generando sustancias que dañan las células del hígado.
  • Sal: este producto puede ocasionar retención de líquidos, lo que en ocasiones hace que las personas aumenten de peso y, por lo tanto, se obliga al hígado a trabajar más de lo normal afectándolo en gran medida.