Un estudio en ratones realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) determinó que “el extracto de té verde y el ejercicio reducen la gravedad de la enfermedad del hígado graso relacionada con la obesidad en un 75 por ciento”.

En el estudio, publicado en la revista ‘Journal of Nutritional Biochemistry’, se determinó que “los ratones alimentados con una dieta alta en grasas durante 16 semanas que consumían extracto de té verde y hacían ejercicio regularmente corriendo en una rueda tenían solo una cuarta parte de los depósitos de lípidos en sus hígados en comparación con los observados en los hígados de un grupo de control de ratones”.

El estudio también señaló que los ratones que fueron tratados solo con extracto de té verde o solo con ejercicio “tenían aproximadamente la mitad de la grasa en sus hígados que el grupo de control”.

“Creemos que los polifenoles del té verde interactúan con las enzimas digestivas secretadas en el intestino delgado e inhiben parcialmente la descomposición de los carbohidratos, las grasas y las proteínas de los alimentos. Así, si un ratón no digiere la grasa de su dieta, esa grasa y las calorías asociadas a ella pasan a través del sistema digestivo del ratón, y una cierta cantidad de ella termina saliendo en sus heces”, afirmó el líder del estudio, Joshua Lambert, en palabras recogidas por Infosalus.

Entre tanto, el portal Mejor con Salud destaca que “el hígado graso es una de las grandes epidemias de la actualidad”; debido a esto, los especialistas le hacen un mayor seguimiento e investigaciones para encontrar soluciones a esta enfermedad.

El citado portal menciona un estudio de la Universidad de Duke en Estados Unidos, en el que se prueba que “la cafeína presente en el café y en el té se enfrentan a esas grasas almacenadas en las células del hígado. Lejos de dañar este órgano, lo protegen de la acción de las grasas”.

En Mejor con Salud recomiendan que se pueden tomar cuatro tazas pequeñas de té verde al día, o también aconseja que se puede beber dos de café y una de té.

Según Mayo Clinic, la enfermedad de hígado graso no alcohólica (EHNA) “es la forma más común de enfermedad hepática crónica y afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población”, además indica que esta afectación “se caracteriza por una inflamación severa del hígado y puede derivar en una cicatrización avanzada, más conocida como cirrosis hepática”, en palabras recogidas por el portal AARP.

El portal Alimente cita la introducción de una investigación que fue publicada en la revista Internal Journal of Prevention Medicine. “El té verde es una de las bebidas más populares del mundo. Se cree que tiene efectos beneficiosos en la prevención y el tratamiento de muchas enfermedades, una de las cuales es el hígado graso no alcohólico. El presente estudio investigó los efectos de su consumo en pacientes afectados”.

Además de tomar té verde, los expertos también aconsejan consumir una dieta saludable y realizar actividad deportiva para evitar el hígado graso. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Los especialistas también aconsejan que el té verde no es la solución para el hígado graso, también se deben seguir otras recomendaciones para combatir esta enfermedad como la dieta saludable y las rutinas de ejercicio.

“Una nutrición adecuada y balanceada, eliminar el alcohol, el tabaco”, son algunas de las recomendaciones de Mejor con salud, además advierte sobre el riesgo de consumir “comida fácil llena de grasas y harinas refinadas”, por su alto daño que le pueden causar al organismo.

En la dieta también se debe incluir alimentos como papaya, kiwi, frutas rojas y piña, pimientos, brócoli, col rizada y coliflor, por su contenido de vitamina C, que se asocia con una menor incidencia de hígado graso, así lo explica el portal AARP.