El hígado es el órgano interno más grande dentro del cuerpo y tiene como función ayudar a digerir los alimentos, almacenar la energía y eliminar las toxinas del cuerpo. El diagnóstico de un hígado graso, conocido también como esteatosis hepática, es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de manera excesiva en las células hepáticas.
Aunque se desconocen las causas del hígado graso, los especialistas han detectado que es más común en personas que tienen diabetes tipo 2, prediabetes, obesidad, mediana o avanzada edad, se presenta en quienes padecen de colesterol alto o presión arterial alta, toman corticoides, tienen trastornos metabólicos o pierden peso de manera rápida.
Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos, o solo se manifiestan cuando se convierte en un problema de mayor cuidado, es posible detectar el hígado graso por la presencia de intensos dolores de cabeza, por mala digestión y sensación de inflamación en la zona donde está ubicado este órgano. Este es un problema reversible y depende, en su mayoría, de una buena alimentación y de la reducción de alcohol y de grasas en la dieta, así lo explicó el portal web de medicina Medline Plus.
Una alimentación sana y equilibrada mantendrá de manera sana a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el hígado; es importante acompañar el plan de alimentación con actividad física regular y con una buena hidratación. Los expertos recomiendan consumir de seis a ocho vasos de agua al día.
Una de las opciones para ayudar con esta afección es el ejercicio físico, pues un informe del portal Runners world dice que correr ayuda a mantener sano el hígado y evitar enfermedades como hígado graso no alcohólico.
De igual manera, un estudio publicado en el Molecular Metabolism muestra que el deporte puede modificar la función mitocondrial y de esta manera reducir el desarrollo de depósitos de hígado graso.
En el estudio se alimentaron ratones con una dieta alta en calorías y de esta manera ayudar con el desarrollo de grasa en el hígado, y pusieron posteriormente a correr a un grupo por seis semanas.
Al terminar el estudio se demostró que el grupo que hizo ejercicio físico aportaron unas enzimas hepáticas más reguladas y una mejor actividad mitocondrial.
Así mismo, el portal de salud y cuidado personal Adelgazar en Casa brinda unas recomendaciones que pueden ayudar a reducir los síntomas y a mejorar los daños causados en en el hígado. Es importante mencionar que antes de seguir estos consejos se recomienda consultar con el médico tratante.
- Bajar de peso: el portal menciona que los niveles de enzimas que se producen en este órgano mejoran cuando se tiene el peso corporal adecuado ya que será posible eliminar la grasa que se acumula en el hígado.
- Consumir frutas y verduras: se recomienda consumir de cuatro a cinco porciones al día entre vegetales y fruta. Se puede consumir fruta al desayuno, en las onces de la mañana y la tarde y vegetales tanto en el almuerzo como en la cena. Estas son algunas de las opciones que recomienda el portal fresas, calabacín, berenjena, limón, lechuga, tomate, cebolla, pera, zanahoria, manzana, durazno, papaya, moras, frambuesas, naranja, ciruelas, entre otros.
- Consumir alimentos ricos en fibra: es importante aumentar el consumo de fibra diario. Los alimentos que se pueden consumir son: pasta, pan y arroz integral.
- Consumir huevos: este alimento es rico en proteínas; el portal recomienda consumirlos hervidos ya que contienen poca grasa y son saludables.
- Consumir carnes blancas: estas son bajas en grasas, se pueden consumir, pavo, pollo y pescado.
- Leche y yogur descremados: este tipo de productos ayudan a generar bacterias buenas en el intestino y también ser un buen acompañante para aquellos pacientes que están en busca de recuperarse del hígado graso.