El hígado es uno de los órganos que puede verse más afectado por los hábitos de vida inadecuados. Es decir, el exceso de bebidas alcohólicas, una mala alimentación y dormir mal pueden provocar daños hepáticos tan conocidos como la cirrosis, que en algunas ocasiones llegan a ser crónicos.

Además, según una nueva investigación publicada en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, de la Sociedad Endocrina Norteamericana, las personas con estilos de vida sedentarios y conductas de sueño poco saludables podrían desarrollar la enfermedad del hígado graso.

Cabe resaltar que la enfermedad del hígado graso es la principal enfermedad hepática crónica en todo el mundo y afecta a una cuarta parte de la población adulta. Además, este tipo de patología hepática se ve favorecida por trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes de tipo 2.

De acuerdo con Danielle Tholey, médica del Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University, las personas con hígado graso pueden sentirse cansadas o tener malestar abdominal leve, pero por lo demás no tener síntomas.

Sin embargo, a veces, el hígado graso causa enfermedad hepática avanzada, como fibrosis y cirrosis.

Las personas con estilos de vida sedentarios y conductas de sueño poco saludables podrían desarrollar la enfermedad del hígado graso. | Foto: yodiyim/Getty Images

Té verde para el hígado graso

Un equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania, dirigido por el doctor Joshua Lambert, ha estado investigando con su equipo los efectos que el extracto de té verde y el ejercicio tienen en los ratones.

Con anterioridad ya habían descubierto que la combinación de ejercicio y extracto de té verde desteinado podía mejorar la salud cardiovascular y reducir drásticamente la masa corporal de los ratones alimentados con una dieta alta en grasas.

Ahora, han comprobado que también ayuda a mitigar el hígado graso de origen no alcohólico. La investigación ha sido publicada en el Journal of Nutritional Biochemistry.

Para el estudio, los investigadores separaron los ratones en tres grupos y un grupo de control. El primer grupo se alimentó con una dieta alta en grasas y extracto de té verde y se ejercitó corriendo en una rueda.

El segundo grupo se alimentó con una dieta alta en grasas y extracto de té verde, pero no hizo ejercicio. El tercer grupo se alimentó con una dieta alta en grasas sin extracto de té verde e hizo ejercicio. Los ratones se mantuvieron en su dieta asignada y rutinas de entrenamiento durante un período de tiempo de 16 semanas.

El grupo que había sido alimentado con una dieta alta en grasas, extracto de té verde y que practicaba ejercicio, tenía un 75 % menos de depósitos de lípidos en sus hígados que los ratones grupo de control.

Los polifenoles en el té verde interactúan con las enzimas digestivas secretadas en el intestino delgado e inhiben parcialmente la descomposición de los carbohidratos, | Foto: Foto: Getty images.

El grupo alimentado con una dieta alta en grasas y el extracto de té verde que no hacía ejercicio tenía un 50 % menos de grasa en sus hígados. Finalmente, el grupo alimentado con una dieta alta en grasas sin extracto de té verde que practicó ejercicio también tenía un 50 % menos de grasa en sus hígados.

Luego, los investigadores midieron el contenido de proteínas y grasas en las heces de los ratones y descubrieron que el grupo que consumía extracto de té verde y hacía ejercicio tenía niveles más altos de proteínas y lípidos fecales. Lo que significaba que no estaban absorbiendo toda la grasa de su dieta, parte de ella pasaba a través de su sistema digestivo y salía con las heces.

La combinación de té verde y ejercicio podría tener beneficios para la salud de las personas. | Foto: Gary Burchell

El doctor Lambert explica que “al examinar los hígados de estos ratones después de finalizado el estudio y analizar sus heces, vimos que los ratones que consumieron extracto de té verde y se ejercitaron en realidad estaban procesando nutrientes de manera diferente: sus cuerpos manejaban los alimentos de manera distinta”.

El equipo investigador cree que los polifenoles en el té verde interactúan con las enzimas digestivas secretadas en el intestino delgado e inhiben parcialmente la descomposición de los carbohidratos, las grasas y las proteínas de los alimentos. Entonces, si un ratón no digiere la grasa de su dieta, esa grasa y las calorías asociadas a ella pasan a través del sistema digestivo del ratón, y una cierta cantidad termina eliminándose con sus heces.

Ahora bien, la combinación de té verde y ejercicio también podría tener beneficios para la salud de las personas, pero aún no hay datos clínicos con personas. Por esta razón, el doctor Lambert recomienda precaución a las personas que deciden experimentar con estas medidas de salud por su cuenta, aunque sí recomienda hacer ejercicio y reemplazar las bebidas altas en calorías por té verde desteinado.