La enfermedad por hígado graso ocurre cuando se acumula grasa en el hígado, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, precisa que aunque no se conoce la causa del hígado graso, los investigadores sí saben que es más común en personas que:
- Tienen diabetes tipo 2 y prediabetes.
- Tienen obesidad.
- Son de mediana edad o mayores (aunque los niños también pueden sufrirla).
- Son hispanos, seguidos por blancos no hispanos. Es menos común en afroamericanos.
- Tienen altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como colesterol y triglicéridos.
- Toman ciertos medicamentos, como los corticoides y algunas medicinas contra el cáncer.
- Tienen ciertos trastornos metabólicos, incluyendo síndrome metabólico.
- Pierden peso muy rápido.
- Tienen ciertas infecciones como la hepatitis C.
- Han estado expuestos a algunas toxinas.
Asimismo, explicó que la enfermedad por hígado graso afecta a cerca del 25 % de la población en el mundo.
Por ello, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el “té de albahaca con romero es rico en ácido ursólico y ácido carnósico que tienen propiedades antioxidantes, diuréticas, antiinflamatorias y antiadipogénicas, reduciendo la acumulación de grasa en el hígado”.
Además, señaló que esta bebida “mejora la digestión y ayuda a reducir las náuseas, que son un síntoma que puede surgir en aquellos con hígado graso”.
En consecuencia, para obtener los beneficios hay que hervir un litro de agua y agregar diez hojas de albahaca más una cucharadita de romero que se deben dejar reposar por diez minutos y se consume hasta tres tazas al día.
No obstante, es importante señalar que este té no debe tomarse durante el embarazo, lactancia o por niños menores de 12 años.
Ahora bien, la bebida debe ser parte de una dieta balanceada y de cambios en el estilo de vida que incluyen:
- Tener una dieta saludable, limitando la sal y el azúcar, además de comer muchas frutas, verduras y granos integrales.
- Hacer ejercicio: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Funciones del hígado
Este órgano ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas.
Sobre la misma línea, según el sistema de atención médica más grande de San Francisco, Stanford Medicine Children’s Health, se han identificado más de 500 funciones vitales del hígado, pero las más conocidas son:
- Producción de bilis (ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión).
- Producción de ciertas proteínas para el plasma sanguíneo.
- Producción de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo.
- Conversión del exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento (este glucógeno más tarde se puede transformarse nuevamente en glucosa para la obtención de energía).
- Equilibrio y producción de glucosa según fuera necesario.
- Regulación de los niveles de aminoácidos en la sangre (son las unidades formadoras de proteínas).
- Procesamiento de la hemoglobina para la distribución de su contenido de hierro (el hígado almacena hierro).
- Conversión del amoníaco tóxico en urea (la urea es uno de los productos finales del metabolismo de las proteínas y se excreta en la orina).
- Depuración de fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre.
- Regulación de la coagulación sanguínea.
- Resistencia a las infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y eliminación de ciertas bacterias del torrente sanguíneo.
- Depuración de bilirrubina (una acumulación de bilirrubina haría que la piel y los ojos se tornen amarillentos).