El hígado graso, conocido también como esteatosis hepática, es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas.

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo. Tiene como función ayudar a digerir los alimentos, ayudar a almacenar la energía y a eliminar las toxinas del cuerpo. Aunque se desconocen las causas del hígado graso, los especialistas han detectado que es más común en personas que tienen: diabetes tipo 2 y prediabetes, obesidad, mediana o avanzada edad, se presenta en quienes padecen de colesterol alto o presión arterial alta, toman corticoides, tienen trastornos metabólicos o pierden peso de manera rápida.

El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images

Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos o solo se manifiestan cuando se convierte en un problema de mayor cuidado, es posible detectarlo por la presencia de intensos dolores de cabeza, por mala digestión y sensación de inflamación en la zona donde esta ubicado el hígado. Este es un problema reversible y depende en su mayoría de una buena alimentación y de la reducción de grasas en la dieta. El portal Mejor con Salud recomienda cinco infusiones que pueden ayudar a la mejoría de este padecimiento:

1. Infusión de menta y boldo: la menta y el boldo tienen propiedades digestivas que ayudan a estimular la eliminación de las grasas que se retienen en el tejido hepático. Estas plantas contienen sustancias antiinflamatorias y antioxidantes que protegen las células para reducir el riesgo de patologías más graves. Para su preparación: dejar hervir una taza de agua y agregar una cucharadita de hojas de menta y una cucharadita de hojas de boldo. Bajar el nivel del fuego al mínimo y dejar hervir por dos minutos. Finalmente apagar la estufa, dejar que repose la infusión por diez minutos, colar e ingerir una taza en ayunas durante tres semanas.

2. Infusión de alcachofa: la alcachofa contiene fibras naturales y sustancias antioxidantes que promueven la limpieza de este órgano. Para su preparación: verter tres tazas de agua en una olla y poner a hervir a fuego alto. Agregar una alcachofa triturada y dejarla a fuego medio durante tres minutos. Dejar reposar la bebida y consumir tres veces al día (antes de cada comida).

3. Infusión de diente de león: las propiedades depurativas del diente de león facilitan el tratamiento del hígado graso, ayudando a evitar molestias y problemas inflamatorios. Para su preparación: hervir una taza de agua y agregar una cucharadita de diente de león. Dejar reposar por 15 minutos, colar y servir. Consumir con moderación, se pueden tomar de dos a tres tazas de la infusión durante dos semanas continuas.

4. Infusión de semillas de hinojo: estas semillas contienen sustancias antiinflamatorias y antioxidantes claves para tratar el hígado graso. Para su preparación: poner a hervir 250 mililitros de agua y agregar una cucharadita de semillas de hinojo. Dejar reposar unos minutos, colar y servir. Se pueden tomar dos tazas de esta infusión al día, mínimo por tres semanas.

Aunque se desconoce las causas del hígado graso, los especialistas han detectado que es más común en personas que tienen: diabetes tipo 2 y prediabetes, obesidad, se presenta más en personas con mediana o avanzada edad. | Foto: Getty Images

5. Infusión de cáscara de limón: esta infusión ayudará a promover la digestión. Evita la obesidad y disminuye la acumulación de toxinas y líquidos. Para su preparación: agregar una cáscara de limón en una taza de agua hirviendo, dejarla reposar por 15 minutos, colar e ingerir. Se puede consumir una taza de infusión en ayunas y antes de cada comida, durante tres semanas continuas.