Cuando se acumula mucha grasa en las células hepáticas esto se llama hígado graso, el cual puede ser causa de la resistencia a la insulina, ingesta elevada de carbohidratos refinados, consumo de bebidas azucaradas y deterioro de la salud intestinal.
Aunque es normal la presencia de grasa en estas células, es importante entender que cuando se supera el 5 % de grasa se considera que se está sufriendo la enfermedad.
El hígado graso se puede generar por la obesidad, “en general, causa inflamación de grado bajo que puede promover la acumulación de grasa en el hígado”, así lo indica el portal Healthline.
Cuando hay exceso de grasa abdominal también se puede desarrollar hígado graso. Otra afectación que causa esta enfermedad es “la resistencia a la insulina, que aumenta la acumulación de grasa en el hígado en personas con diabetes tipo 2 y síndrome metabólico”, señala Healthline.
Ingesta elevada de carbohidratos refinados, consumo de bebidas azucaradas y el deterioro de la salud intestinal, son otras causas que pueden generar el hígado graso en el organismo.
Para tratar el hígado graso, expertos en el portal Niddk sugieren “reemplazar las grasas saturadas y grasas trans de la dieta por grasas insaturadas, especialmente ácidos grasos omega 3, que podrían reducir la probabilidad de una enfermedad cardíaca en las personas que tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica”.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 son destacados en la sana alimentación, por ser protectores frente a la inflamación y el dolor. “El efecto protector se debe sobre todo a la inhibición de las sustancias inflamatorias así como a la formación de nuevos lípidos bioactivos, las resolvinas y protectinas, con un papel esencial como mediadores químicos en la resolución de la inflamación”, explica el portal Consumer.
“Los ácidos grasos Omega 3 pertenecen a una clase de medicamentos llamados antilipémicos o agentes reguladores de lípidos. Los ácidos grasos Omega 3 pueden funcionar al disminuir la cantidad de triglicéridos y otras grasas que se producen en el hígado” así lo destaca el sitio web Medlineplus.
Cuando los ácidos grasos Omega 3 vienen en presentación de cápsula de gel rellena de líquido, para tomar por vía oral, “usualmente se toma una vez al día con o sin alimentos.”, así lo indica el portal Medlineplus, que también advierte que se debe seguir “atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta del paquete y pedir al médico” una explicación sobre la forma como se debe consumir para tratar el hígado graso.
Cuando se está tomando el omega 3 se debe consumir una “dieta baja en grasa y baja en colesterol”. También, los expertos aconsejan “seguir todas las recomendaciones de ejercicios y dieta que haga el médico o nutricionista”.
Los ácidos grasos omega 3 pueden ocasionar efectos secundarios, así lo advierte Medlineplus, además aconseja consultar al médico cuando estos síntomas no desaparecen:
- Eructos
- Acidez
- Dolor de estómago o incomodidad
- Dolor de articulaciones
- Vómitos
- Estreñimiento
- Diarrea
- Náuseas
- Cambio en el sentido del gusto
Otra recomendación de los expertos para tratar el hígado graso es realizar ejercicio para bajar de peso. “Se demostró que perder entre 5 y 10 % del sobrepeso ayuda al hígado y a sus enzimas a trabajar mejor”, así lo reseña el sitio web Paligmed.
La recomendación del mencionado sitio web es realizar actividad deportiva con unas rutinas moderadas para evitar el cansancio o lastimar el cuerpo cuando este no está habituado al ejercicio. Con una caminata se puede comenzar para ir adaptando el cuerpo.
En el sitio web Paligmed también aconsejan cuidar la dieta. “Evitar el consumo de alcohol y la fructuosa y grasas trans que contienen los refrescos, comidas rápidas y productos ultraprocesados”. Estos alimentos se pueden reemplazar por “los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6, consumiendo pescado magro, aceite de oliva y frutos secos”.