El hígado graso, conocido también como esteatosis hepática, es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. Este es el órgano interno más grande dentro del cuerpo y tiene como función ayudar a digerir los alimentos, almacenar la energía y eliminar las toxinas del cuerpo.
Aunque se desconocen las causas del hígado graso, los especialistas han detectado que es más común en personas que tienen diabetes tipo 2, prediabetes, obesidad, mediana o avanzada edad, se presenta en quienes padecen de colesterol alto o presión arterial alta, toman corticoides, tienen trastornos metabólicos o pierden peso de manera rápida.
Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos, o solo se manifiestan cuando se convierte en un problema de mayor cuidado, es posible detectar el hígado graso por la presencia de intensos dolores de cabeza, por mala digestión y sensación de inflamación en la zona donde está ubicado este órgano. Este es un problema reversible y depende en su mayoría de una buena alimentación y de la reducción de alcohol y de grasas en la dieta, así lo explicó el portal web de medicina Medline Plus.
Una alimentación sana y equilibrada mantendrá de manera sana a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el hígado; es importante acompañar el plan de alimentación con actividad física regular y con una buena hidratación. Los expertos recomiendan consumir de seis a ocho vasos de agua al día.
Algunos remedios naturales pueden ayudar a resolver este síntoma, el portal de belleza, salud y cuidado personal Tua Saúde brinda la receta de unos tés que pueden ayudar a mejorar el funcionamiento del hígado. Cabe mencionar que antes de ingerirlos se recomienda consultar con un médico especialista que apruebe sus usos.
Té de boldo
Ingredientes:
- 2 hojas de boldo.
- 1 vaso de agua.
Preparación:
- Colocar los ingredientes en una olla y dejar hervir durante 5 minutos. Retirar del fuego, colar el té y beber tibio, sin endulzar.
- Se recomienda ingerir la bebida de 3 a 4 veces al día para que haya una mayor concentración de sus propiedades terapéuticas; es importante consumirlo inmediatamente después de su preparación.
- El portal sugiere emplear este remedio casero por 2 días, sin embargo, si los síntomas persisten o se agravan, lo ideal es acudir a un servicio de urgencias, debido a que puede ser algo más grave.
Té de cardo de mariano
Ingredientes:
- 1 cucharadita de los frutos triturados del cardo mariano.
- 1 taza de agua hirviendo.
Preparación:
- Colocar los frutos triturados en una taza de agua hirviendo, dejar reposar durante 15 minutos, colar y beber 3 a 4 tazas por día.
Infusión de alcachofa
Ingredientes:
- 30 a 40 gramos de hojas secas de alcachofa.
- 1 litro de agua.
Preparación:
- Colocar las hojas de alcachofa en un litro de agua hirviendo.
- Pasados 10 minutos, se debe colar y beber una taza de la infusión antes de las comidas, al menos 3 veces al día.
Alimentos para la buena salud del hígado
- Verduras de hojas verdes: los altos niveles de clorofila y antioxidantes convierten a estos alimentos en aliados clave en la preservación de unas buenas condiciones del hígado. Por esta razón, es recomendable incluirlos en sopas, guisos y ensaladas, entre otros platos.
- Cítricos: la toronja, el limón y las naranjas son cítricos con alto contenido de antioxidantes que ayudan al hígado a eliminar las sustancias tóxicas y cancerígenas y a neutralizar los radicales libres causantes del envejecimiento celular, según la red peruana de centros de salud Auna.
- Ajo: entre sus componentes se encuentran la alicina y el selenio. Estos elementos hacen que las enzimas hepáticas se activen y promuevan la limpieza natural de las toxinas del cuerpo. Una publicación de Basic & Clinical Pharmacology & Toxicology destaca que los compuestos de azufre del ajo protegen los órganos contra los efectos de los metales pesados presentes en la sangre.
- Repollo: consumir este alimento con frecuencia ayuda a estimular las funciones hepáticas; esto resulta fundamental para eliminar las toxinas que le causan daño al organismo. Las verduras crucíferas, en general, cuentan con una gran cantidad de compuestos antioxidantes capaces de neutralizar la formación de radicales libres, aliviando así la presión del hígado y la inflamación del mismo.