La salud hepática es de vital importancia para el organismo, ya que el hígado es el responsable de eliminar las toxinas del cuerpo y mantener su limpieza, de ahí que sea uno de los cinco órganos imprescindibles para la vida humana. Cuando se presenta algún daño en este sistema, se pueden derivar distintas condiciones negativas para la salud en general.
Hay ciertas afecciones que afectan a esta parte del cuerpo, como lo es el hígado graso, un trastorno que es causado por diversas causas y que se caracteriza por la acumulación de estas sustancias nocivas en el interior del órgano.
De acuerdo con el portal de difusión de información médica Medical News Today, esta condición, tiende a afectar el ritmo de trabajo del hígado, provocando malestares estomacales, alterando el peso normal e influyendo en el bienestar de los pacientes.
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Al ser una condición que no presenta síntomas claros, indica la entidad, puede diagnosticarse en una etapa tardía. De ahí la importancia de consultar con el médico de cabecera y realizar chequeos periódicos para descartar cualquier enfermedad, y, en su defecto, determinar el tratamiento adecuado en caso de padecer alguna.
¿Se puede comer arroz si se padece de hígado graso?
Es debido diferenciar entre el hígado graso que se origina por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y el que se presenta por razones diferentes a la ingesta de dichas sustancias. Para el primer caso, una de las medidas urgentes a tomar es eliminar ese hábito del estilo de vida.
Con respecto al hígado graso no alcohólico, se habla de factores que pueden asociarse a su desarrollo; no obstante, determinar una causa exacta no es siempre sencillo. Al respecto, el portal de salud Healthline explica que hay una serie de condiciones que se relacionan o consideran de riesgo para la aparición del hígado graso, estas son los niveles elevados de glucosa o azúcar en sangre, siendo este una característica de los pacientes diabéticos; encontrarse en un rango de peso fuera de los recomendados por los especialistas, y presentar grandes cantidades de tipos de grasa (como el colesterol y los triglicéridos) en el torrente sanguíneo.
La alimentación influye en las tres condiciones mencionadas por el portal especialista, por lo que se ha encontrado que también puede ser un aspecto fundamental a considerar durante el tratamiento.
Los expertos del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, una institución anexa a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, aseguran que adaptar el régimen de alimentación es uno de los cuidados que deben tener los pacientes de esta enfermedad, tratando de privilegiar algunos alimentos sobre otros, reduciendo el consumo de grasas o alimentos que propicien el incremento de peso.
Entre otras, también sugieren la ingesta de arroz, gracias a que hace parte del grupo de ingredientes con baja incidencia sobre los niveles de glucosa en sangre. La Fundación Española de la Nutrición indica que este grano es uno de los más comunes dentro de la alimentación humana, y esto es así no solo por su versatilidad para incluirse en varias recetas, sino también por sus nutrientes.
Una porción de arroz equivalente a los 100 gramos puede darle al organismo 381 calorías. Con respecto a los micronutrientes, es fuente de cantidades considerables de potasio (110 microgramos) y fósforo (100 microgramos). También contiene folatos, vitamina B6 y niacina, que son vitaminas beneficiosas para la salud, por su aporte de energía y su importancia para el organismo en general.
La niacina, por ejemplo, es eficaz para mitigar la acumulación de grasas en el torrente sanguíneo, como indican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus.
De ninguna manera este artículo constituye una recomendación médica profesional.