La alimentación es la base para una buena salud. Lo que se ingiere (sea sólido o líquido) es la principal fuente de vitaminas, minerales u otros nutrientes esenciales necesarios para que el organismo desarrolle los procedimientos metabólicos internos o las actividades del día a día. No obstante, es esencial manejar equilibrio y evitar los excesos en ese sentido.
De hecho, así como los buenos hábitos alimenticios le aportan al estado físico, las sustancias nocivas como las bebidas alcohólicas, el tabaco o los alimentos ultraprocesados pueden convertirse en el peor enemigo de los diferentes órganos y sistemas.
Es por esto que la Organización Mundial de la Salud se ha referido al panorama actual de las personas en todas partes a nivel de preferencias de consumo.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como cereales integrales”, indica la entidad.
En la lista anterior, donde se menciona claramente a las frutas, no se refiere la ingesta de estas en forma pura únicamente, sino a sus usos derivados como las ensaladas, los extractos o los jugos. Estos últimos representan una gran alternativa porque en dicha forma se facilita la digestión y las células reciben de manera más rápida los nutrientes.
En ese sentido, aparece el jugo de pera y toronja, el cual es un gran aliado a la hora de regular la presión arterial gracias a las propiedades de sus ingredientes que impactan en el flujo sanguíneo. Las personas con hipertensión pueden acudir a este batido frecuentemente como parte de su tratamiento.
Pera: ¿qué enfermedades ayuda a prevenir?
Los profesionales de la salud recomiendan consumir de tres a cinco porciones de frutas al día. Estas se pueden encontrar con sencillez en cualquier supermercado de barrio. Algunas de las más populares en Colombia y en distintas partes del mundo son las naranjas, las manzanas, las fresas, las uvas, las cerezas, las moras, las mandarinas, los arándanos y las peras.
Estas últimas, las peras, son de las que más beneficios le aportan al organismo. Existen más de 1.500 especies de las mismas. Su nombre científico es Pyrus communis. Son de color verde, amarillo o café y tienen forma de bombillo. Su cáscara es muy lisa y su sabor es dulce.
Los nutrientes que acumula una fruta como la pera hacen posible que el organismo se pueda mantener en óptimas condiciones. Además, su poder es tan grande que puede prevenir el surgimiento de algunas enfermedades. En este sentido, el portal portugués Tua Saúde resalta las afecciones que ayuda a evitar la pera. Estas son:
1. Previene la diabetes, al regular el azúcar en la sangre. La pera es uno de los alimentos de origen vegetal que más acumula fibra, un componente que es capaz de regular los niveles del azúcar o glucosa en la sangre. Esto evita el surgimiento de una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes.
2. Evita el estreñimiento. “La pera, principalmente cuando se consume con la piel, ayuda a regular el intestino y a combatir el estreñimiento por ser rica en fibras, debido a que aumenta el volumen de las heces y estimula los movimientos intestinales de forma natural”.
3. Previene enfermedades respiratorias. La pera es muy rica en vitamina C y en compuestos antioxidantes, lo que ayuda a fortalecer la respuesta del sistema inmune. Esto ayuda a prevenir y a combatir las enfermedades de tipo respiratorio como el resfriado, la bronquitis, la neumonía, entre otras.