Para hablar de la presión arterial y sobre todo de la alta, más conocida como la hipertensión, es importante entender y saber cómo es que esta funciona en el organismo, para así mantener el cuerpo saludable. Además, es importante identificar cuáles son sus principales alteraciones, qué las logra causar y cómo se pueden evitar, puesto que ello genera complicaciones en el corazón que, en el peor de los casos, puede causar hasta la muerte.

Vale la pena destacar que la presión arterial no es una enfermedad ni una afección en el funcionamiento normal del organismo, todo lo contrario, la presión arterial es una condición natural para el cuerpo, ya que esta es la capacidad propia que hace que el corazón bombee la sangre y esta cumpla con su recorrido y funciones a través de todo el sistema circulatorio.

El sistema circulatorio es el encargado de trasporta sangre oxigenada a todo el cuerpo. | Foto: Getty Images

En este mismo sentido, la presión arterial es una condición que está ligada a la sana y balanceada alimentación, ya que hay que tener cuidado con la ingesta de comida alta en grasa, pues esta genera alta producción de colesterol malo que, circunstancialmente, es el que origina placa y taponamiento en el torrente sanguíneo; una condición que afecta a la salud de los organismos.

Por su propia parte, la Fundación Española del Corazón define a la presión arterial como “la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. La presión arterial es más alta cuando el corazón se contrae, bombeando la sangre, y se denomina presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y es llamada presión diastólica”.

La OMS señala que cuidar el bienestar del corazón es fundamental debido a que las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Ahora bien, esta definición técnica quiere decir que la presión arterial es la fuerza con la que el el corazón bombea, por medio de cada latido, la sangre por el sistema circulatorio. Por ende, entendiendo esto se asume que las alteraciones en la presión hacen que el corazón se sobre esfuerce en su labor constante imprimiendo mayor fuerza de la que debe para ejercer su labor, generando a largo plazo enfermedades cardiacas.

Según los niveles establecidos por la medicina, la presión arterial debe permaneces entre un nivel no menor o mayor de debajo de 120/80 milímetros de mercurio (mm Hg). Por otra parte, quienes presentan hipertensión tienen unos valores por encima de 140-90 mm Hg.

No obstante, estos son los niveles para tener en cuenta sobre la presión arterial.

  • Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
  • Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
  • Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

La hipertensión, como se mencionó anteriormente, es esa alteración de la presión arterial que está por encima de los estándares de la salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión, pero apenas el 21 % de los adultos hipertensos tiene controlado el problema o un tratamiento sobre ello.

Sin embargo, esta complicación en la salud se puede controlar de manera natural y ser regulado siempre y cuando las personas modifiquen su alimentación y sus hábitos cotidianos, puesto que es en ellos donde radica que la presión arterial se altere.

Un estilo de vida saludable es clave para prevenir enfermedades. | Foto: Getty Images

Para ello, los médicos recomiendan que se modifiquen estos parámetros:

  • Alimentación: Los expertos recomiendan tener una dieta balanceada de verduras, frutas, cereales o granos, proteínas.
  • Ejercicio: Se recomiendan actividades moderadas como caminar o nadar. Cabe recordar que para personas con hipertensión esta actividad física no debe superar los 150 minutos por semana.
  • Evitar fumar y bebidas alcohólicas: El alcohol y el tabaco son factores fundamentales para aumentar la presión arterial.
  • Sal: Se debe evitar los alimentos altos en sal, teniendo en cuenta que la presión arterial se vuelve más sensible frente al sodio.