Adoptar estos hábitos ayuda a mantener un estilo de vida óptimo y prevenir enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

La hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas a nivel mundial y se estima que afecta a una gran parte de la población adulta del país. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, debido a que desestabilizan la función del corazón y vasos sanguíneos, partes del cuerpo fundamentales para la operación general de todo el organismo.

Aproximadamente, casi 18 millones de personas mueren por esta situación, siendo el 32 % de la totalidad en la especie humana. De estas muertes, el 85 % se presentan por ataques cardiacos y accidentes cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la causa de muerte más común en el planeta. | Foto: Getty Images

Habitualmente, las personas con enfermedades cardiovasculares (ECV) están más propensas a sufrir ataques al corazón. Dada la gravedad de estas complicaciones, la medicina siempre está a la vanguardia de saber cuáles son los mejores consejos a la hora de evitar que más personas padezcan esto.

Expertos de la UNAM de México expusieron la investigación Mejorar estilo de vida previene enfermedades del corazón, en la cual abordan lo preocupante es que para los pacientes tener hipertensión arterial, dolores de cabeza, hemorragias nasales, zumbidos en los oídos, mareos, fatiga e intolerancia a la actividad física, dolor en los ojos y dolor en el pecho, entre otros síntomas correspondientes a la enfermedad.

Las enfermedades cardiacas son paulatinas y silenciosas, por eso hay que mantense al tanto de cualquier irregularidad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Para los científicos, las complicaciones cardiacas son verdaderamente “asesinos silenciosos”. Alrededor del 49 % de las personas analizadas tenían presión arterial alta, pero para el 70 % de ellos era desconocida esa situación. En pocas palabras, la complicación ataca bajo la oscuridad sin levantar sospechas. Por eso recomendaron adoptar tres hábitos que no solo mejoran la salud, sino que también ayudan a prevenir esta enfermedad.

La presión arterial alta es una condición que afecta los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de sufrir un infarto o infarto. Además del accidente cerebrovascular, también puede causar insuficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo. Por ello, es muy importante que las personas tengan presente todo lo que esté en su alcance para evitar cualquier complicación. Los tres hábitos expuestos por los científicos son: una dieta balanceada con aceite de oliva, hacer ejercicio y mantener el peso estable.

Saltar la cuerda es un ejercicio que tiene varios beneficios. | Foto: Copyright by Tom Werner

Una dieta rica en aceite de oliva ayuda a controlar la presión arterial alta y prevenir el desarrollo de diabetes, debido a que cuenta con propiedades reguladoras. Además, el aceite de oliva apoya en el control de la diabetes al mejorar la salud. Se puede comer a cucharadas o como vinagreta. Asimismo, se recomiendan hasta cuatro cucharadas de este extracto al día para prevenir la hipertensión arterial. Los ácidos del aceite de oliva son muy beneficiosos y contribuyen a favorecer la digestión, por lo que es un alimento muy completo para combatir esta enfermedad.

El ejercicio diario es una de las formas más efectivas de prevenir la presión arterial alta. Esta práctica reduce el riesgo de contraer este tipo de enfermedades crónicas porque mantener un cuerpo saludable debido a que impide que el cuerpo acumule grasa y colesterol y, sin saberlo, prevenir la enfermedad. Con solo 30 minutos de ejercicio al día, bastará para que el cuerpo lo agradezca.

Una dieta saludable y el ejercicio pueden ayudar a mantener un peso saludable acorde a la estatura. Esto es esencial para prevenir el desarrollo de hipertensión. Mantener un peso y una estatura saludables para su edad y estatura ayudará a mantener un cuerpo saludable. Se pueden realizar cultivos de presión según sea necesario para controlar la hipertensión. Los expertos aseguran que la aparición de esta enfermedad es difícil de diagnosticar, por lo que siempre hay que estar atentos a nuestra salud ante cualquier irregularidad, por más mínima que sea.