El ejercicio físico tiene múltiples beneficios para la salud general de las personas. Asimismo, es una herramienta que puede tener efectos positivos en la presión arterial. En caso de tener hipertensión ayuda a gestionarla y también ayuda a prevenirla.
“La actividad física regular fortalece el corazón. Un corazón más fuerte puede bombear más sangre con menos esfuerzo. Como resultado, la fuerza sobre las arterias disminuye, lo que hace que la presión arterial baje”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Según indica esta entidad de salud mantenerse activo puede disminuir las cifras superiores e inferiores de la presión arterial. Aunque no se tiene un número o valor exacto, algunas investigaciones han señalado reducciones de 4 a 12 mm de Hg diastólica y de 3 a 6mm de Hg sistólica.
“Son efectivos los programas que incluyen actividades como caminar, bailar, correr, nadar y montar en bicicleta, de 30 a 60 minutos al día y al menos de tres a cinco días por semana. Bien realizados, estos ejercicios pueden llegar a reducir los valores de tensión arterial en personas hipertensas hasta situar sus valores dentro de la normalidad”, agrega la Fundación Española del Corazón.
Antes de empezar a ejercitarse es recomendable consultar a un doctor para recibir la asesoría profesional adecuada, especialmente si se tiene alguna enfermedad o condición de salud específica, especialmente si se tiene o se ha padecido alguna de las siguientes afecciones:
- Afección médica crónica como diabetes, enfermedad cardíaca, etc.
- Ataque cardíaco.
- Antecedentes familiares de problemas del corazón antes de los 55 años.
- Dolor en el pecho, cuello y brazo al ejercitarse.
- Mareos luego de ejercitarse.
- Fumar o haberlo dejado hace poco.
- Sobrepeso.
- Obesidad.
¿Por qué se da la hipertensión?
La hipertensión es cuando una persona tiene la presión arterial elevada. Esta afección es considerada como silenciosa, porque en la mayoría de casos las personas no presentan síntomas, sino cuando está avanzada.
Algunos de los síntomas que pueden presentar estos pacientes pueden ser dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, “estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal”, destaca Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación. Estas señales son claves para detectar la enfermedad a tiempo e iniciar un tratamiento oportuno.
Existen dos tipos de presión arterial alta. En la hipertensión primaria, no hay una causa clara sobre por qué se desarrolla. Y la hipertensión secundaria, se debe a la presión arterial alta causada por otra enfermedad.
Algunos de los factores de riesgo de tener hipertensión son:
- Sobrepeso
- Obesidad
- Antecedentes familiares con hipertensión
- Dieta rica en sal
- Dieta baja en potasio
- Consumo excesivo de alcohol
- Consumo de tabaco
Una alimentación saludable es fundamental para evitar complicaciones en el estado de salud, especialmente relacionados con la presión arterial. Por eso, la Organización Mundial de la Salud hace especial énfasis en que se debe “mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (equivalentes a menos de 2 g de sodio por día) ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta”.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina explica algunas recomendaciones para ayudar a prevenir esta afección:
- Tener una alimentación que sea saludable para el corazón. Incluir alimentos naturalmente bajos en grasa, como granos integrales, frutas y verduras.
- Mantener el cuerpo hidratado. Tomar abundante agua.
- Realizar actividad física diaria. El ejercicio ayuda al desarrollo de muchas enfermedades, incluyendo la hipertensión.
- No fumar.