Si hay algo que a nadie le gustaría padecer, debido a la sensación de incomodidad que genera, ese es el hipo. De ahí que una de las consultas más realizadas en internet sea cómo tratarlo, en especial cuando es frecuente.
El hipo, de acuerdo con Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, no es más que la contracción involuntaria del diafragma, es decir, el músculo que separa el pecho del abdomen, cuya característica es el reconocido “hip”.
Pese a lo mortificante que puede ser, todos en algunas ocasiones han sentido hipo, quizá después de comer en abundancia, beber demasiado y sentir estrés emocional. Sin embargo, cuando es frecuente, puede ser tomado como signo de alarma.
“En algunos casos, el hipo puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada. Para la mayoría de las personas, un ataque de hipo suele durar solo unos minutos. En raras ocasiones, el hipo puede persistir durante meses”, informó el portal en mención.
En caso de que el hipo dure más de 48 horas, la recomendación de Mayo Clinic es asistir a un médico, pues detrás suyo podría existir un trastorno metabólico o una afección en el sistema nervioso.
Aunque la sugerencia es asistir a un especialista, quien en últimas es el encargado de medicar al paciente, son tres los medicamos que el portal de salud recomienda para tratar el hipo: baclofeno, para relajar los músculos; clorpromazina, que además es utilizado para tratar el vómito, y metoclopramida, recomendado para pacientes con diabetes.
“En la mayoría de los casos, el hipo desaparece por sí solo sin tratamiento médico. Si el hipo tiene origen en una enfermedad preexistente, el tratamiento contra dicha enfermedad puede eliminarlo. Se pueden considerar los anteriores tratamientos contra el hipo que ha durado más de dos días”, explica Mayo Clinic.
Tratamientos naturales para el hipo
Cuando el hipo es de corta duración y esporádico, lo que sugiere el portal especializado Healthline es tratarlo naturalmente. Algunos de ellos son:
1. Contener la respiración: para ello se debe inhalar una buena cantidad de aire, sostenerlo allí durante 30 segundos, y exhalar lentamente.
2. Hacer gárgaras con agua fría: poner agua en garganta durante 30 segundos ayudará a aminorar el hipo. Es posible repetirlo varias veces si se desea.
3. Comer una cucharada de miel: antes de pasársela por completo, se aconseja dejar que se derrita un poco más en el interior de la boca.
4. Chupar un limón: al hacerlo, es posible agregarle un poco de sal al limón. En este caso, se aconseja enjuagar la boca después para que el ácido del cítrico no dañe los dientes.
5. Tirar de la lengua: este ejercicio estimula los nervios y músculos de la garganta. Para hacerlo, se debe coger la punta de la lengua y jalarla suavemente hacia afuera una o dos veces.
6. Practicar una respiración mesurada: interrumpir el sistema respiratorio con una respiración lenta puede ayudar a disminuir esta molestia.
7. Beber agua con hielo: el agua fría ayuda a estimular el nervio vago, el cual conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo.
8. Abrazar las rodillas: hay que sentarse en un lugar cómodo, llevar las rodillas hacía el pecho, y sostenerlas en esa posición durante dos minutos.
9. Apretar la palma de la mano: solo es necesario aplicar un poco de presión en la palma de la mano con el pulgar de la extremidad contraria.
10. Respirar en una bolsa de papel: para ello se debe inhalar y exhalar lentamente, inflando y desinflando la bolsa. Para esta técnica nunca se debe utilizar una bolsa plástica.