Como tal, la hipotonía muscular en bebés no es una enfermedad, sino que se trata de un signo clínico que se caracteriza por la flacidez, la falta de resistencia a los movimientos y una movilidad reducida en el bebé. A su vez, la hipotonía viene acompañada de déficits en el desarrollo psicomotor.

A pesar de que no hay datos exactos al respecto, la revista Mejor con Salud señala que en promedio la hipotonía muscular en bebés se presenta entre el 2 y 3 % de los recién nacidos y lactantes. “Alrededor del 80 % de los casos son benignos y evolucionan de forma positiva”.

De este modo, las causas de esta condición son múltiples. La Sociedad Valenciana de Pediatría asegura que la hipotonía puede derivarse de lesiones que afectan al sistema nervioso central, también como consecuencia de la prematuridad, parálisis central, malnutrición, infecciones e incluso el consumo del alcohol o drogas que la madre tuvo en la gestación.

También, la hipotonía muscular puede ser efecto de patologías presente en la madre durante la gestión, como por ejemplo, enfermedades como la diabetes mellitus, la diabetes gestacional, el lupus, la epilepsia, la miastenia, la miotonía o la hiperlaxitud articular, entre otras. Otra causa también puede estar relacionada con los abortos repetidos que haya tenido la madre o incluso la edad avanzada en la que haya quedado embarazada.

Síntomas de la hipotonía muscular en bebés

  • Les cuesta voltearse cuando están boca abajo.
  • Dificultades para mantenerse sentados sin ayuda.
  • Su crecimiento y desarrollo es tardío, pues les cuesta gatear y caminar.
Esta afección se presenta del 2 al 3 % de los recién nacidos y lactantes. | Foto: Getty Images
  • Brazos y piernas blandos y se ven más extendidos, flexibles y arqueados de lo normal.
  • Por lo general, tiene un llanto débil y voz apagada.

¿Cuál es el tratamiento para la hipotonía muscular?

Diagnosticar esta condición, en muchos casos, tarda mucho tiempo, porque a veces se le confunde con afecciones como el retraso psicomotor o la encefalopatía. Si el bebé presenta alguno de los síntomas mencionados, es importante ponerlos en conocimiento de médico especialista y hacer una exploración del historial médico y genético de la familia, al igual que las condiciones en las cuales se dio la gestación y el parto.

Luego de ello, se debe examinar al bebé para evaluar sus habilidades motoras y sensoriales, los reflejos, el equilibrio, la coordinación y el estado mental. Y por lo general, luego de este procedimiento, los médicos especialistas podrán formularles una serie de exámenes médicos como una resonancia magnética o tomografía computarizada del cerebro, análisis de sangre, electromiografía, un electroencefalograma, biopsia muscular, e incluso pruebas genéticas.

Con los resultados de los exámenes, se permite establecer la causa real de la hipotonía y de ello dependerá el tratamiento. Si la afección es hereditaria, no hay cura para ello; pero si, por el contrario, se da por otra causa, se puede iniciar un tratamiento enfocado a estimular, fortalecer y trabajar los músculos afectados.

Dicha estimulación incluye masajes y ejercicios indicados por un profesional. Mejor con Salud, indica que varios de ellos pueden ser por medio de fisioterapia para ayudar a controlar los movimientos, con terapia ocupacional para desarrollar las habilidades motoras finas, así como el programa de estimulación sensorial que permite fomentar la respuesta a los estímulos, y la terapia de habla y del lenguaje.

Es fundamental comprender que esta afección por sí misma no pone en riesgo la vida del bebé, de modo que los tratamientos deberán ser constante para que se vea una mejoría y se pueda superar la hipotonía. Para los casos que no tienen una cura definitiva, el menor deber´recibir un soporte médico y emocional para sobrellevar dicha condición.