Las plantas para muchas personas son un hobby, para otras son simplemente decorativas, en ambos casos, su cuidado es importante y se debe estar atento en como estas se ven afectadas por el entorno.

Tener plantas en el hogar trae múltiples beneficios, entre los que se encuentran purificar el aire que se respira y relajar el ambiente en el que se encuentran.

En algunas ocasiones los dueños de las plantas no encuentran el lugar indicado para ellas, por lo que las hojas comienzan a ponerse amarillas. Si se dejan en ese estado, es posible que la planta empiece a morir, por lo que es necesario acudir a ellas rápidamente.

De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Illinois, en Estados Unidos y citado por el portal Salud180, esto se debe a la clorosis, es decir, cuando las plantas no producen suficiente clorofila para que se mantengan verdes.

La clorosis tiene varias causas, las cuales son enumeradas por Salud180:

  1. Deficiencia de nutrientes: es importante abonar bien las plantas, si no lo están, la planta no encontrará los nutrientes necesarios para producir alimento y es probable que las hojas se pongan amarillentas. Si entre los nutrientes que hacen falta está el hierro, es probable que empiece a empeorar más rápido.
  1. Falta de luz: muchos suelen creer que, al ser la planta de interiores, no necesitan luz. Sin embargo, es importante que estas reciban cierta cantidad de sol. De este modo, podrán realizar su proceso de fotosíntesis y se evitarán las hojas amarillas o blancuzcas. Si se cree que esta es una de las causas que se presentan con la planta, solo es necesario colocarla frente a una ventana con buena iluminación y comenzará a recuperarse.
  1. Exceso de riego: si a pesar de lo anterior la planta aún continúa de color amarillo intenso, es probable que sea porque se le está aplicando demasiada agua. Hay que tener presente si se está regando de más o la tierra no tiene un buen drenaje, por lo que se forma lodo. Para sacar el diagnóstico de este problema basta con tocar la tierra, si se siente húmeda, quiere decir que no está drenando correctamente. En cuanto a la solución, es necesario trasplantarla.

Según el portal especializado, Be.Green, que las hojas de una planta estén en ese estado puede relacionarse a la falta de nitrógeno, fósforo o potasio. El primero, potencia el color verde en las hojas y contribuye a su crecimiento. En cuanto al fósforo y el potasio, actúan directamente en las raíces y la floración de las plantas.

Para agregar uno de estos nutrientes a la planta hay que comprar un abono especial y utilizarlo antes de regarla.

También es posible que se estén presentando plagas de nematodos, estos, son gusanos microscópicos de aproximadamente 0,2 milímetros. Los animales se adhieren a las raíces e interrumpen el paso de nutrientes.

Este tipo de plagas es más común en aquellas que son sembradas directamente en el suelo. Sin embargo, es difícil saber cuando una planta es atacada por dichos insectos, aunque es más común en frutales y plantas bulbosas.

Para tratar las plantas de nematodos lo más recomendable es usar un fungicida o descartarla, si se ve muy mal. Esto, como medida de prevención para que no se transmita a otras.