El olivo es un árbol del cual se utilizan sus frutos, aceites y hojas, siendo rico en compuestos como antioxidantes, oleína, ácido palmítico, aracluína, estearina, colesterina, cicloartenol, ácido benzoico y manitol, los cuales ofrecen diversos beneficios para la salud.
Específicamente en lo que tiene que ver con las hojas, estas poseen propiedades que ayudan al organismo a mejorar la digestión, los niveles de glucosa en la sangre, además de proteger contra el cáncer, por ejemplo, de acuerdo con un artículo del portal de bienestar y salud Tua Saúde. Para obtener sus beneficios, pueden utilizarse para preparar té.
Sin embargo, es importante tener claro que este remedio casero se debe realizar en el marco de una dieta saludable, la práctica de ejercicio de manera regular y no sustituye ningún tipo de tratamiento indicado por el médico, por lo que lo ideal siempre es consultar con el especialista si se decide comenzar a consumir esta bebida de forma continua.
Una de las principales bondades que se le atribuyen es que ayuda a bajar de peso y controlar la glucosa en la sangre. Estas hojas ayudan a reducir el azúcar, provocando menores cantidades de insulina en la circulación, lo que lleva a que se acumule menos grasa en la región abdominal y a lograr un mejor control del pico glucémico, consumiendo, por esto, menos calorías.
Estas hojas contienen oleuropeína y el hidroxitirosol, los cuales tienen propiedades hipoglucemiantes, que ayudan a nivelar la glucosa. De igual forma, poseen tirosol que también protege contra alteraciones relacionadas con el aumento de azúcar.
En cuanto a la pérdida de peso, Mejor con Salud, asegura que la infusión o té de estas hojas tiene efectos laxantes. Esto quiere decir que, dentro de una dieta equilibrada, ayudaría a optimizar los movimientos peristálticos y podría prevenir el estreñimiento, mejorando el proceso digestivo, lo que se traduce en menor inflamación en el cuerpo y la pérdida de peso.
Otras bondades
La oleuropeína también tiene capacidad antioxidante, lo que ayuda a la protección de las células, a la vez que beneficia la piel, que puede tener mejores condiciones de elasticidad e hidratación. Adicionalmente, este polifenol es capaz de actuar contra los radicales libres provocados por los rayos ultravioleta y la contaminación ambiental, por lo que protege contra el envejecimiento.
El olivo puede ser usado también en diferentes afecciones de la piel, como forúnculos, eccemas, herpes simple, sequedad de la piel, uñas quebradizas, mordeduras y picaduras de insectos y quemaduras. Asimismo, un té elaborado con las hojas de olivo se puede utilizar como antiséptico bucal, en el sangrado e infección de las encías, en gargarismo y en el dolor de garganta.
Otro de sus beneficios es que ayuda con los problemas digestivos. Se dice que calma desórdenes irritantes e inflamatorios, como indigestión, acidez, gastritis, colitis y úlcera péptica. También puede ser usada para lavado gástrico en casos de envenenamiento por agentes corrosivos, para suavizar la mucosa irritada y acelerar la eliminación, asegura Tua Saúde. Como estimula el flujo de la bilis, puede ser empleada para ayudar a tratar problemas hepáticos y de vesícula biliar.
Por otro lado, según la cultura popular, la infusión caliente de hojas de olivo aumenta la transpiración, ayudando a regular la temperatura corporal, lo que contribuye a bajar la fiebre y mejorar las condiciones de salud de las personas cuando tienen gripa o resfriados. También ayuda a calmar la tos seca e irritante y la expectoración, a la vez que favorece el tratamiento de la laringitis y de otras infecciones del tracto respiratorio superior.
Esta bebida es indicada para regular la presión arterial, gracias a que relaja los vasos sanguíneos, causando vasodilatación, razón por la cual puede emplearse en casos de hipertensión, angina, arritmias y otros problemas circulatorios.
Por último, las hojas de olivo poseen oleocantal, un compuesto antiinflamatorio que tiene propiedades similares al ibuprofeno, por lo que ayuda a disminuir los síntomas de inflamación y a mejorar las molestias asociadas a este síntoma.
¿Cómo preparar una infusión?
Para preparar una infusión solo se requiere de una cucharada de hojas frescas trituradas y un litro de agua hervida. Se añaden las hojas en el agua, dejando reposar de 10 a 15 minutos y posteriormente se cuela y se bebe una taza tres veces en el día.
Debido a su efecto antihipertensivo, es importante consultar al médico antes de ingerir esta bebida, ya que puede alterar las cifras de presión arterial e incluso causar hipotensión. Si bien se trata de un producto natural, la recomendación siempre es consultar con el especialista para evitar posibles complicaciones.