Los seres humanos poseen uñas tanto en las manos como en los pies. Estas estructuras están formadas por capas de una proteína endurecida llamada queratina, que también se encuentra en el pelo y la piel. De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la salud de las uñas puede ser un indicador del estado general de salud en las personas.
Las uñas saludables suelen ser lisas y presentan un color uniforme. Sin embargo, los tipos específicos en la decoloración de las uñas y cambios en la tasa de crecimiento pueden indicar, por ejemplo, enfermedades de tipo pulmonar, cardíaco, renal y hepático, así como diabetes y anemia. Por esta razón, ante cualquier anomalía en las uñas es recomendable acudir a un especialista.
Una de las afecciones más comunes que afectan a las uñas son los hongos. De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica médica, por lo general, las infecciones son causados por un microorganismo llamado hongo dermatofito. Así mismo, anota que estas infecciones pueden ser contagiosas y suelen ser difíciles de eliminar en su totalidad. No obstante, en la mayoría de adultos, los hongos en las uñas de los pies no plantean ningún riesgo de salud grave.
¿Cómo aparecen los hongos en las uñas de los pies?
Este tipo de hongos constituye una afección común en las personas. Comienza como una mancha blanca o amarilla en la punta de una de las uñas. A medida que la infección se vuelve más profunda, los hongos pueden provocar decoloración, engrosamiento o desmoronamiento en el borde de la uña. Las infecciones micóticas ocurren con más frecuencia en las uñas de los pies que en las de las manos, porque las primeras están confinadas dentro de los zapatos a un ambiente oscuro, tibio y húmedo, donde los hongos pueden prosperar. Así mismo, el flujo sanguíneo de los dedos de los pies es menor al de las manos, lo que dificulta al sistema inmunitario detectar la infección y detenerla.
Precisamente, estos factores inciden directamente en el proceso de recuperación. Por lo general, los médicos asignan tratamientos que logran combatir el hongo, sin embargo, en algunas ocasiones, luego de terminar con los medicamentos asignados, la infección va regresando progresivamente.
De acuerdo con Mayo Clinic, la probabilidad de contraer hongos en las uñas de los pies aumenta con la edad porque, a medida que una persona envejece, el sistema inmunitario cambia y, con el paso del tiempo, también las uñas se vuelven más frágiles y secas, exponiéndose a los hongos.
Como solución a los hongos en las uñas de los pies existen numerosos tratamientos, tanto con medicina especializada como con remedios caseros. Sin embargo, es importante acudir inicialmente a un doctor para obtener un diagnóstico adecuado, pues las anomalías en las uñas también pueden advertir otros problemas de salud, como uñas encarnadas, tumores, verrugas, entre otros.
MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, recomienda mantener las uñas limpias, secas y bien cortadas, lo que puede ayudar a evitar algunos problemas. Además, sugiere no cortar la cutícula, ya que puede causar infecciones. Finalmente, advierte que una persona está en mayor riesgo de contraer una infección micótica de la uña si presenta cualquiera de los siguientes factores:
- Diabetes
- Enfermedad vascular periférica
- Neuropatías periféricas
- Lesiones leves en la piel o las uñas
- Deformidad o enfermedad en la uña
- Piel húmeda por mucho tiempo
- Problemas del sistema inmunitario
- Antecedentes familiares
- Usa calzado que no permite que sus pies se mantengan aireados
Mayo Clinic anota que, en ciertos casos específicos, se sugiere un plan de tratamiento más agresivo para los hongos en las uñas de los pies, por ejemplo, en personas que padecen diabetes inestable o presentan anomalía en su sistema inmunitario.