Los hongos en los pies se caracterizan por una infección que se produce, casi siempre entre los dedos, y que puede reaparecer después de haber realizado algún tratamiento. Los hongos también pueden darse por diversas condiciones como usar zapatos inadecuados, poca higiene, humedad, entre otras cosas.
Los hongos también pueden salir cuando la persona sufre de resequedad en los pies, pues uno de los efectos muy comunes es que los talones o las zonas resecas se agrieten, dejando expuesto el pie. Así las bacterias pueden entrar al organismo de manera más rápida.
Por su parte, Mayo Clinic indica que los signos y síntomas incluyen un sarpullido escamoso y con picazón. La afección es contagiosa y puede transmitirse a través de pisos, toallas o ropas contaminadas.
Esta patología puede complicarse rápidamente, de hecho, debido a la falta de hidratación, continuidad en la afección, la persona puede sentir dolor y en ocasiones severas presentar sangrado.
La falta de hidratación en la piel puede presentarse de distintas formas. Algunos de los signos de esta afección son:
- Descamación.
- Picor.
- Enrojecimiento.
- Rugosidad y grietas, en los casos más extremos.
Muchos expertos coinciden en que esto se puede prevenir al mantener una rutina adecuada del cuidado de la piel de esta zona del cuerpo. Por ello, el portal Salud y Belleza señaló algunos puntos a tener en cuenta.
- - Lavar los pies con agua, jabón y una esponja. Se puede usar un jabón específico, pero lo importante es que con la esponja se exfolie la piel del pie para retirar parte de los hongos.
- - Luego de lavarlos es importante asegurarse de secarlos bien, especialmente en los espacios entre los dedos, pues la humedad es el ambiente ideal para la proliferación de los hongos.
- - Para secarlos es importante utilizar una toalla personal y exclusiva para los pies con el fin de evitar contagios. Después de su uso, se deja secar la toalla al aire libre para que los hongos no proliferen en ella.
Una de las formas más fáciles para combatir este malestar es usar los cristales de aloe vera, el portal señala que este gel ayuda a combatir el hongo y mantener el pie hidratado.
Para usarlo solo se necesita extraer el gel de la sábila y aplicarlo en el pie. Los expertos recomiendan aplicarlo cada noche y dejarlo el mayor tiempo posible. De hecho, se puede dejar toda la noche, siempre y cuando estén cubiertos por una media.
Otros remedios con aloe vera:
Opción #1
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceite de coco (30 g).
Procedimiento
- Extraer el gel de aloe vera.
- Mezclar con el aceite de coco.
- Remojar los pies en agua tibia por 15 minutos.
- Secar muy bien.
- Aplicar la mezcla, realizando un masaje suave.
- No es necesario enjuagar el tratamiento. Lo ideal es utilizarlo diariamente antes de dormir.
Opción #2
Ingredientes
- 1 cucharada de gel de aloe vera (15 g).
- 2 cucharadas de aceite de almendras dulces (30 g).
- 100 g de manteca de cacao.
- 10 gotas de aceite esencial de caléndula.
Procedimiento
- Extraer el gel de aloe vera. Batir o procesar varios minutos en la licuadora.
- Poner la manteca de karité en baño de maría para que se derrita.
- Cuando esté líquida, mezclar con el aloe vera y el aceite de almendras.
- Añadir el aceite de caléndula.
- Dejar enfriar.
- Depositar en un recipiente para conservar durante un mes.
- Para empezar, extrae la pulpa de aloe vera y bátela muy bien hasta obtener un jugo líquido.
- Aparte, coloca la manteca de karité, al baño maría, y déjala hasta que se derrita.
- Después, cuando esté líquida, agrégale el aceite de almendras y el gel de aloe vera. A continuación, remueve para que todo se vaya integrando.