Muchas personas suelen despertar en las noches debido a un dolor punzante en las piernas con hormigueo, que por lo general se vuelve aún más intenso al caminar tras haber sufrido una caída. Sin embargo, esta molestia también se puede ocasionar debido a un daño en los nervios o como también se conoce, neuropatía periférica.

Como tal, el sistema nervioso periférico es el encargado de enviar información desde el cerebro y la medula espinal hasta el resto del cuerpo, al igual que los nervios periféricos envía información sensorial al sistema nervioso central. Cuando los nervios colapsan se puede ocasionar una neuropatía periférica, como resultado de lesiones traumáticas, infecciones, causas hereditarias y exposición a toxinas.

De acuerdo con Medline Plus, la neuropatía periférica es una afección que hace que los nervios no funcionen correctamente y esta se puede subir en un solo nervio o en un grupo de varios nervios. Normalmente, suele causar debilidad muscular, entumecimiento, calambres, hormigueo y dolor en las manos, pies y piernas.

Adicional a estos síntomas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, informa que también se puede presentar la falta de coordinación, parálisis de los nervios motores afectados, sudoración excesiva, problemas intestinales, vesiculares o digestivos y la reducción de la presión arterial.

¿Cuáles son las causas más comunes de la neuropatía periférica?

Según Mayo Clinic, la neuropatía periférica la pueden desencadenar varias afecciones, entre ellas:

  • Enfermedades autoinmunitarias: Se trata de afecciones como el síndrome de Sjögren, el lupus, la artritis reumatoide, el síndrome de Guillain-Barré, la polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica y la vasculitis.
  • Infecciones: Se incluyen las enfermedades de Lyme, herpes zóster, virus de Epstein-Barr, hepatitis B y C, lepra, difteria y VIH.
  • Tumores: Tanto los tumores malignos como benignos, pueden desarrollarse en los nervios. Así mismo, la polineuropatía puede surgir como resultado de algunos cánceres relacionados con la respuesta inmunitaria del cuerpo.
  • Trastornos de la médula ósea: Estos trastornos incluyen una proteína anormal en la sangre denominada (gammapatías monoclonales, que es una forma de cáncer de hueso, linfoma y amiloidosis.

Adicional a estas afecciones, existen unos factores externos que también puede ocasionar la neuropatía periférica. Se trata del alcoholismo, la exposición a sustancias tóxicas como el plomo y el mercurio, algunos medicamentos que se usan en el tratamiento de quimioterapia, lesiones debido a accidentes automovilísticos y la deficiencia de vitaminas B, E y la niacina.

Para tratar esta afección, Mayo Clinic señala que bajo la supervisión médica se pueden suministrar analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, para aliviar los síntomas leves. También tratamientos tópicos, que muchos de ellos hacen que la piel se irrite, pero con el tiempo va disminuyendo el dolor; y en otros casos, los médicos pueden recetar antidepresivos que pueden tener efectos secundarios como resequedad en la boca, náuseas, somnolencia, mareos, cambios en el apetito, aumento de peso y estreñimiento.

¿Cómo prevenir la neuropatía periférica?

  • Hacer ejercicio: Tras un chequeo médico y la aprobación de un médico, se aconseja realizar algún deporte o actividad física durante 30 y 60 minutos, tres veces a la semana.
  • Evitar los factores que puedan causar daño a los nervios: Se debe evitar movimientos repetitivos, posiciones incómodas que apliquen presión en los nervios y la exposición a sustancias tóxicas.