La estructura ósea está recubierta de músculos y a la vez protege los órganos y almacenan el calcio que requiere el organismo. Según la biblioteca médica Medlineplus, una molestia en los huesos se puede presentar a raíz de una fractura después de un accidente, o por cuenta de una enfermedad como el cáncer.
Asimismo, hay otras fuentes de dolor. El mismo portal, el cual hace parte de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que entre dichas fuentes puede estar el cáncer, la interrupción del suministro sanguíneo, una infección, la aparición de osteoporosis, entre otras.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada la práctica clínica, la educación y la investigación, destaca que dependiendo de la densidad ósea que alcancen las personas al cumplir los 30 años y de la rapidez con que se puede perder, aumenta la probabilidad de padecer una de las afecciones mencionadas.
Además explica que entre mayor sea la densidad ósea máxima que adquieran las personas, tendrán más tejido óseo “de reserva” y disminuye la probabilidad de que aparezca una enfermedad que debilite los huesos en la edad adulta.
Por ello, es necesario tener prácticas saludables a lo largo de la vida que promuevan la salud ósea naturalmente. Entre estas están:
Adquirir vitamina D
La vitamina D tiene grandes beneficios para nuestro organismo, dado que ayuda a fortalecer los huesos y el sistema inmunológico; además, incide en el funcionamiento cardiovascular. Por ese motivo, es importante mantener la presencia de esta vitamina en el cuerpo sin tener que recurrir necesariamente a la exposición al sol.
Saber qué alimentos se pueden consumir para aumentar la vitamina D en el cuerpo es la mejor alternativa. El medio El Español indica que algunos de estos son la leche y cereales fortificados; los pescados grasos como salmón, atún o sardinas; el hígado vacuno; la yema de huevo; los champiñones; y las bebidas vegetales de soya y avena.
Hacer ejercicio
El Centro Nacional de Información sobre la Osteoporosis y las Enfermedades Óseas, que hace parte de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés), señala que al igual que sucede con los músculos, los huesos son tejidos vivos que responden al ejercicio y se fortalecen.
“En general, las mujeres y los hombres jóvenes que hacen ejercicio con regularidad alcanzan una mayor densidad ósea (el nivel más alto de consistencia y fuerza de los huesos) que los que no hacen ejercicio”, dice el Centro.
Los mejores ejercicios para los huesos son aquellos que involucren resistencia y los que requieran sostener el propio peso. En ese orden de ideas, los ejercicios recomendados son aquellos que “hacen que uno se esfuerce a trabajar en contra de la gravedad”, según explican los NIH.
Comer alimentos ricos en calcio
Mantener todos los sistemas corporales en óptimas condiciones requiere una buena alimentación y una dieta rica en calcio, el mineral más abundante en el cuerpo.
La cantidad que se requiere de este mineral depende de la edad. Por ejemplo, las mujeres menores de 50 años necesitan 1.000 miligramos al día, al igual que los hombres menores de 71 años. Por su parte, las mujeres mayores de 50 años deben incrementar esta cantidad a 1.200 miligramos diarios.
De acuerdo con información de Sanitas.es, los alimentos más ricos en calcio son los lácteos en general (la leche, el yogur y el queso), además del pan, las hortalizas verdes, los frutos secos y las sardinas.