El pasado 3 de julio, un astrofotógrafo aficionado de Idaho, Estados Unidos, captó unas impactantes imágenes de un meteorito entrando en la Tierra e iluminando el cielo con una enorme bola de fuego.
Jordan Ragsdale, de 39 años, astrofotógrafo aficionado desde hace cinco años, logró estas asombrosas imágenes, con una cámara instalada en su tejado y diseñada para detectar meteoros.
En ellas se puede ver a un meteorito entrando en la atmósfera de la Tierra y convirtiéndose en una enorme bola de fuego que fue capaz de iluminar todo el barrio.
Según las impresiones de Jordan, recogidas por Caters: “Parece ser un meteorito de tamaño considerable que entra en la atmósfera”.
El fenómeno de la bola de fuego ocurre cuando un meteoro, también conocido como estrella fugaz, tiene un tamaño mayor que un milímetro de diámetro. Cuanto mayor sea el tamaño del meteoro, mayor será el destello en el cielo.
La roca cósmica que entró en la atmósfera el 3 de julio en torno a las 4:14 de la madrugada, probablemente era lo suficientemente grande como para sobrevivir hasta impactar contra el suelo, según explicó el director ejecutivo del Montana Learning Center (MLC), Ryan Hannahoe.
¿Qué pasaría si un asteroide se acerca demasiado a la Tierra?
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha desarrollado un protocolo de cinco etapas para proteger al planeta Tierra en caso de que un asteroide se acerque demasiado, pues aunque ninguna roca de ese tipo ha puesto en peligro a nuestro planeta hasta ahora, la agencia espacial estadounidense considera importante evitar esa posibilidad en el futuro.
Desde hace varios años, los expertos vienen alertando sobre la proximidad de asteroides que podrían llegar a impactar contra la Tierra, motivo por el cual a comienzos de este año se conoció que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio se encuentra trabajando en la misión DART, la cual intentará desviar una de esas rocas en el año 2022.
Uno de los sistemas tecnológicos, denominado Sutter Ultra, se encuentra en fase inicial de pruebas, pero permitirá contar con un mayor margen de tiempo para interceptar los asteroides con éxito o prepararnos en la superficie terrestre para un posible impacto.
El sistema será capaz de localizar y seguir asteroides de cinco kilómetros de diámetro en un tiempo 400 veces menor al de cualquier otro mecanismo de detección que se utilice actualmente. También servirá para impulsar el desarrollo de la minería espacial en busca de nuevos recursos, de acuerdo con información revelada por sus promotores, entre los cuales está la compañía estadounidense TransAstra, liderada por antiguos ingenieros de la NASA y el Jet Propulsion Laboratory.
Justamente, la prueba que la agencia espacial realizará el próximo año para desviar la trayectoria de un asteroide ya incluyó el envío de una sonda hacia el asteroide binario Dimorphos, con el fin de modificar, aunque sea levemente, su trayectoria original.
Estas son las cinco etapas para proteger al planeta:
- Cuando se detecta un riesgo de impacto se envía un mensaje a un grupo de 12 científicos.
- Ese grupo de expertos debe rastrear la ruta del asteroide hacia la Tierra y determinar si es realmente posible que impacte contra la superficie terrestre.
- Si los científicos confirman la amenaza, deben determinar el tamaño del objeto y el momento de la colisión.
- Posteriormente, la NASA debe ponerse en contacto con FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) de EE. UU. para suministrarle todos los detalles sobre el evento.
- Ambos organismos se encargarán de hacer pública toda esta información y plantear las estrategias de comunicación a todo el mundo.
*Con información de Europa Press