Una alimentación sana es importante para el bienestar integral del cuerpo humano. “Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”, apunta la Organización Mundial de la Salud.
Los granos son un tipo de alimento que aportan carbohidratos complejos y algunas vitaminas, las cuales son importantes para tener una alimentación saludable. Los expertos recomiendan incluirlos en la dieta diaria, pues sus beneficios son diversos.
“Al ser naturalmente ricos en fibra, los granos ayudan a sentirse lleno y satisfecho, lo que hace que sea más fácil mantener un peso corporal saludable. Los granos integrales también se relacionan con un riesgo más bajo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, ciertos tipos de cáncer y otros problemas de salud”, señala Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
En ese mismo sentido, El Universo agrega que el consumo de los granos tiene otros beneficios para la salud. Uno de ellos, relacionado con un peso saludable. “Consumir granos enteros puede contribuir a mantener un peso saludable ya que la fibra brinda la sensación de saciedad, de igual manera, te ayudará a tener una buena digestión y tener un sistema digestivo en buenas condiciones. Por otro lado, el consumo de granos enteros podría disminuir el riesgo de contraer cáncer colorrectal”
En caso de desear mayor información sobre cómo incluirlos en la alimentación diaria, lo recomendable es consultar a un nutricionista para recibir la información profesional adecuada, de acuerdo a las necesidades individuales.
Consejos para una dieta saludable
Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan algunas recomendaciones para tener en cuenta y contribuir a tener una alimentación saludable. Es importante consultar a un nutricionista y seguir las instrucciones y el plan de comidas señalado, especialmente si se tiene una condición de salud específica.
Limitar los azúcares añadidos
Tener una ingesta elevad de azúcar añadida en la alimentación diaria puede tener efectos negativos en la salud como es el incremento del peso, obesidad, diabetes y afecciones cardíacas. Es relevante aclarar que los azúcares añadidos no es la glucosa que contienen las frutas, sino alimentos y bebidas que son procesados.
Algunos consejos para reemplazarlos:
- Acompañar las bebidas con agua.
- Agregar fruta a los cereales para darle un toque de dulce.
- Evitar los jarabes de sabores.
- Leer siempre la información de la tabla nutricional antes de elegir un alimento o bebida.
Añadir más potasio
El potasio es un mineral considerable para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, participa en varias acciones de la actividad humana.
“Es un tipo de electrolito. Ayuda a la función de los nervios y a la contracción de los músculos y a que su ritmo cardiaco se mantenga constante. También permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar los desechos de estas. Una dieta rica en potasio ayuda a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sodio sobre la presión arterial”, señala.
Los CDC brindan algunos consejos para agregarle más potasio a la dieta:
- Preparar recetas nuevas añadiendo remolacha o acelgas.
- Comer banano como merienda en el transcurso del día.
- Consumir jugo de naranja 100 % natural.
Fuentes de potasio
- Verduras de hoja verde como espinacas y col rizada.
- Frutos de las vides como las uvas y las moras.
- Vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias y las papas.
- Frutas cítricas como naranjas y toronjas.
Diversidad de colores
Para tener una alimentación equilibrada los expertos de CDC recomiendan intentar tener un plato lleno de colores, es decir, lleno de diversas frutas y verduras.
Algunas recomendaciones para tener en cuenta:
- Agregar hierbas frescas a las ensaladas.
- Preparar salsa roja con tomates frescos y hierbas frescas.
- Añadir vegetales cortados en cubos a guisos y tortillas.
- Añadir fruta a cereales o yogures.