La rodilla es una articulación que une los huesos del muslo con la pierna, la cual está compuesta de huesos, cartílagos, músculos, ligamentos y tendones.
El conjunto de todas estas partes permiten que la rodilla se doble, estire y rote. Cuando alguno de estos componentes falla, la articulación se puede desalinear y esto provoca el desequilibrio.
Expertos señalan que una rodilla inestable puede tratarse con soluciones no quirúrgicas, como fisioterapia y medicamentos.
En el portal Aurora Health Care aconsejan consultar con el médico cuando se presentan síntomas como:
- Síntomas mecánicos, como una rodilla que se bloquea, traba o hace ruido al movimiento o doblarla.
- Movimientos de torsión con sensación de estallido.
- Dolor frecuente e incapacidad para enderezar la rodilla.
La inestabilidad en la rodilla se puede generar por las lesiones de los ligamentos en esta zona:
- Desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA), una lesión muy normal cuando se practica deportes.
- Lesión del ligamento cruzado posterior (LCP), también se conoce como la lesión de tablero de auto, pues está ocurre luego de sufrir accidentes automovilísticos.
- Lesión del ligamento colateral medio (LCM).
La osteoartrosis de rodilla también puede generar la inestabilidad, pues el cartílago de la rodilla se desgasta gradualmente, lo que genera un fuerte dolor, inflamación y se reduce la movilidad. Esta inestabilidad de la rodilla es muy común en las personas mayores.
Otra causa de esta molestia puede ser por una inestabilidad de la rótula, la cual puede provocar la luxación de la rótula.
En algunos casos de inestabilidad de rodilla se puede producir un cuadro inflamatorio en la zona. Por otra parte, cuando no existe una lesión asociada a la rodilla, los síntomas pueden ser leves.
“Esta lesión es frecuente en deportistas y, en general, se estima que una de cada 3 mil personas que la sufre tiene, además, una rotura de ligamento cruzado anterior”, explica el doctor José Antonio Rojas, traumatólogo de cadera y rodilla de Clínica Vespucio.
Para tratar esta molestia se debe evaluar la gravedad de la inestabilidad de la rodilla, por eso los especialistas señalan que se debe revisar si hay un desgarro parcial del ligamento, el cual, generalmente, se puede tratar sin cirugía.
De acuerdo con el portal Aurora Health Care destacan que algunos tratamientos no quirúrgicos para tratar la inestabilidad en la rodilla pueden ser:
- Reposo, hielo y elevación para reducir el dolor y la inflamación
- Antiinflamatorios no esteroides (AINE), que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación
- Una rodillera para sostener la rodilla hasta que sane.
- Fisioterapia para mejorar la fuerza y la movilidad.
Otra recomendación de los expertos es realizar actividad deportiva para ganar en el fortalecimiento muscular. Las personas que tienen antecedentes, en el portal web de la Clinica Vespucio aconsejan rutinas para entrenar la “corporalidad y autopercepción” que sirve para mejorar la ejecución de los movimientos de la rodilla.
Además de esta molestia, en la rodilla también se pueden sufrir lesiones como un esguince en el que uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de una torcedura o un tirón. Esto puede causar que se rompa el ligamento.
También se puede padecer de una lesión de menisco o daño al fibrocartílago, el cual es un disco en forma de media luna llamado menisco, que tiene la función de operar como “amortiguador” de la rodilla.
Cuando se rompe el menisco se sentirá un dolor al torcer o girar la rodilla, hinchazón, rigidez y dificultad para estirarla.
Bursitis de rodilla afecta a las bolsas sinoviales. Estos sacos están rellenos de líquido y sirven para amortiguar la parte exterior de la articulación.
La rodilla también puede tener lesiones por su uso excesivo, esta molestia es muy común en personas que practican el atletismo.