Tener hijos es uno de los propósitos de muchas parejas hoy en día. Sin embargo, en algunas ocasiones existen factores que hacen complicado lograr un embarazo. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud OMS, “entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en el mundo”.
La infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino que se refiere a la imposibilidad de lograr un embarazo después de 1 año o más de tener relaciones sexuales sin protección. En el caso de mujeres que sean mayores de 35 años, el tiempo es de 6 meses.
Existen dos tipos de infertilidad: primaria y secundaria. La primera se refiere a la incapacidad de conseguir un embarazo y la secundaria, a no poder lograr un embarazo después de que se haya logrado una concepción previa, señala Profamilia.
Esta es una enfermedad que afecta la vida de las personas, en particular a las mujeres. Según indica la Organización Mundial de la Salud, las mujeres “corren un mayor riesgo de violencia, divorcio, estigmatización social, estrés emocional, depresión, ansiedad y baja autoestima”. Además de la carga emocional que puede significar este diagnóstico, también tiene efectos económicos debido a los gastos en los que incurren las personas para obtener un tratamiento de fertilidad.
Causas
Para lograr un embarazo, todas las etapas de la ovulación y la fertilización deben darse de forma correcta.
En algunas parejas, los problemas de fertilidad pueden tener lugar desde el nacimiento de la persona, y en otros casos se desarrollan más tarde. Mayo Clinic y Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, recogen las causas más comunes de la infertilidad tanto masculina como femenina, descritas a continuación.
Infertilidad masculina
- Producción o funcionamiento anormal de los espermatozoides.
- Problemas con la salida del espermatozoides.
- Sobreexposición a ciertos factores ambientales.
- Daño relacionado con el cáncer y su tratamiento.
- Defectos congénitos.
- Exposición a mucho calor durante períodos prolongados.
- Consumo excesivo de alcohol, de marihuana o de cocaína.
- Desequilibrio hormonal.
- Medicamentos como cimetidina, espironolactona y nitrofurantoina
- Eyaculación retrógrada
- Cicatrización a raíz de infecciones de transmisión sexual (ITS), lesión o cirugía
- Historial de infección testicular por paperas
- Vasectomía o falla de la reversión de la vasectomía
- Toxinas en el medioambiente
Infertilidad femenina
- Trastornos autoimmunitarios, como el síndrome antifosfolípídico (SAFL).
- Trastornos de ovulación.
- Defectos congénitos que afectan al tracto reproductor.
- Cáncer o tumor.
- Trastornos de la coagulación.
- Diabetes.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Ejercicio excesivo.
- Trastornos alimentarios o desnutrición.
- Crecimientos (como miomas o pólipos) en el útero y el cuello uterino.
- Medicamentos tales como fármacos quimioterapéuticos.
- Desequilibrios hormonales.
- Tener sobrepeso o estar por debajo del peso adecuado.
- Edad avanzada.
- Quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico (SOP).
- Infección pélvica que resulta en una cicatrización o una inflamación de las trompas de Falopio (hidrosalpinx) o enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
- Cicatrización a raíz de infección de transmisión sexual, cirugía abdominal previa o endometriosis.
- Tabaquismo.
- Cirugía para evitar el embarazo (ligadura de trompas) o falla de la cirugía de recanalización de trompas (reanastomosis).
- Enfermedad tiroidea.
- Daño o bloqueo de las trompas de Falopio,
- Adherencias pélvicas.
- Daños relacionados con el cáncer y su tratamiento.
Medline Plus explica que en las parejas saludables, que son menores de 30 años y tienen relaciones sexuales frecuentemente, las probabilidades de que logren un embarazo son de alrededor de un 20% cada mes. Cabe resaltar que los problemas de infertilidad aumentan después de los 35 años de edad. Por esto, es importante visitar a un médico especialista para iniciar un tratamiento a tiempo.