La nutricionista Beatriz Larrea señala en su libro Tu cuerpo en llamas que el proceso de inflamación del organismo es uno de los principales factores para explicar el envejecimiento.
“Todavía se desconoce qué sucede primero: ¿nos inflamamos porque envejecemos o envejecemos porque nos inflamamos”, esa es la pregunta que hace la experta.
Cabe destacar que la inflamación no se puede ver solo como un aspecto negativo y solo atribuirle malas consecuencias para el cuerpo, esta es buena cuando es un mecanismo de supervivencia que le ayuda al organismo a “luchar y prevenir enfermedades infecciosas”.
El problema de la inflamación pasa cuando se sale de control, pues las células no realizan bien sus funciones, también se puede presentar el caso que la inflamación ataca a diferentes órganos del cuerpo, lo que puede generar ”trastornos autoinmunes, problemas intestinales, cansancio crónico, aumento de peso, depresión y todo tipo de molestias que terminen en -itis”, así lo explica Larrea en palabras que recoge Saber vivir.
Además de los virus y bacterias, hay otros factores que incrementan el riesgo de sufrir de inflamación: “alimentación, contaminación, falta de sueño, vida sedentaria, químicos medioambientales”, son algunos que enumera la nutricionista Beatriz Larrea.
Pero Larrea también destaca que se debe tener en cuenta factores como el estrés laboral o familiar, pensamientos y emociones negativas que pueden afectar y desequilibrar el organismo.
En Saber vivir destacan que estudios han determinado que “desde los 40 a los 65 años el organismo ofrece una gran oportunidad para reprogramar los genes y tu cuerpo”.
En el mencionado portal recuerdan como se mencionó anteriormente evitar el estrés, también incluir en la alimentación ingredientes antiinflamatorios, el ayuno permanente puede ayudar y el ejercicio es otro consejo que hacen los expertos, para combatir la inflamación que es nociva para el organismo.
La inflamación abdominal puede ser efecto del síndrome del intestino irritable (SII), el cual es un trastorno que provoca dolor en el estómago, gases, lo que podría causar distensión en el abdomen.
La intolerancia a la lactosa es una afección que ocurre cuando el cuerpo no puede digerir la lactosa, que es un azúcar que se encuentra en los productos lácteos. Uno de los síntomas de la intolerancia a la lactosa es la inflamación en el abdomen.
Síntomas menos comunes como los cálculos biliares, que son masas duras que pueden acumularse en la vesícula biliar, la pancreatitis, que es una inflamación del páncreas, y el aumento de peso también puede causar distensión del abdomen.
Si el abdomen está distendido por las comidas, se puede esperar que se digieran los alimentos y podría resolver el problema, pero como lo explicaron anteriormente los expertos, el cuerpo no se recupera de la misma forma después de los 40 años.
Un consejo de los expertos es la ingesta de comidas más pequeñas y “comer más lentamente para darle a tu estómago tiempo de procesar tus alimentos”, explican en el sitio web Healthline.
Los médicos pueden sugerir diuréticos, los cuales ayudan a los riñones a eliminar más del líquido que causa la distensión. En Healthline indican que “en casos raros, se puede desarrollar una infección en el líquido ascítico. Si esto sucede, se necesita someterse a un tratamiento riguroso con antibióticos”.
De otro lado, en el portal Medical News Today también advierten sobre algunos trastornos ginecológicos que causan dolor estomacal. En algunas mujeres, “la endometriosis puede causar calambres e hinchazón. Esto ocurre cuando el revestimiento del útero se adhiere a la piel del estómago o los intestinos”.
Según Medical News Today la inflamación se puede tratar con:
- Medicamentos de venta libre, incluyendo antiácidos o salicilato de bismuto.
- Aplicar una almohadilla térmica al estómago.
- Tomar agua.
- Tomar un laxante para aliviar la constipación.