La avena es un cereal rico en hidratos de carbono de absorción lenta, fibra, proteínas, vitaminas y minerales, lo que la convierten en gran aliada para la salud.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN), asegura que sus semillas son ricas en proteínas y vitaminas E y B como tiamina, riboflavina, ácido fólico y ácido fítico. Además, posee zinc, calcio, hierro, fósforo, magnesio y grasas insaturadas o también conocidas como grasas buenas.
Un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España, indica que gracias a las vitaminas del complejo B este alimento desarrolla, mantiene y equilibra el funcionamiento del sistema nervioso, mientras que el zinc interviene en el crecimiento, cicatrización de heridas, y en el metabolismo de las proteínas.
En cualquiera de sus presentaciones, este alimento es clave para incluir en la alimentación y una porción diaria es recomendable para todas las personas. En el caso particular de la avena cruda, puede ayudar a bajar el colesterol malo, controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir la presión arterial.
Otro de sus beneficios es que ayuda a regular los movimientos intestinales y mantener el peso adecuado, según un estudio publicado por la Universidad de Oxford en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Al contener mucílagos que suavizan la mucosa del estómago e intestino, este alimento puede ayudar no solo a las personas que padecen de estreñimiento, sino que también puede ser recomendada para quienes tienen el estómago más delicado. La fibra aumenta la velocidad del tránsito intestinal, incrementa la sensación de saciedad y disminuye la absorción de algunas sustancias como el colesterol, asegura la publicación de La Vanguardia.
Su contenido en fibra soluble e insoluble ayuda a combatir los dolores de estómago, estreñimiento y diarreas, gases, gastritis o úlcera. Además, contiene betaglucanos que absorben los ácidos biliares del intestino, asegura el portal Hogarmanía.
Infusión de avena
Una de las formas de preparar la avena es en infusión, ya que al ser un cereal de absorción lenta y rico en vitaminas, aminoácidos, carbohidratos y minerales ayuda a activar el metabolismo. Así mismo, su alto contenido de fibra genera un efecto laxante, ayuda a mejorar el tránsito intestinal y la absorción de grasas.
Según Mejor con Salud, se trata de una bebida ideal para mujeres embarazadas. Durante la gestación la avena ayuda al desarrollo del feto, mientras que en la lactancia, favorece la producción de leche materna, a la vez que aporta vitaminas y minerales.
Para preparar la infusión se requiere de dos vasos de agua, una taza de avena en copos, dos cucharadas de miel y canela en rama.
Para elaborarla se pone a hervir el agua, se lleva a punto de ebullición y se añade la avena, la miel y la rama de canela. Se deja que el cereal se cocine durante unos 30 minutos, sin tapar y se remueve de vez en cuando con una chuchara de madera para que no se pegue. Pasado el tiempo indicado se debe tapar y dejar que repose por una hora. Luego se cuela el contenido y se deja solo el agua que se deposita en una botella de vidrio.
Para combatir el problema de la hinchazón abdominal, lo ideal es consumir esta bebida al menos tres veces al día. También se puede beber un vaso antes de cada comida para generar sensación de saciedad, por lo que es un remedio que también podría ayudar en el control del peso, además de combatir la retención de líquidos.
Además de beber la infusión de avena, es importante cuidar tanto las cantidades de alimentos que la persona ingiere como la calidad de los mismos, ya que esto puede ayudar a evitar la molesta hinchazón, asegura Mejor con Salud.
La Universidad de Harvard ha analizado diferentes formas de consumir la avena y en un informe concluyó que la manera más efectiva es en hojuelas integrales, pues de esta forma ayuda a controlar los niveles de colesterol, además de generar saciedad y beneficiar la digestión.