La digestión es el proceso de descomponer los alimentos en sustancias que el cuerpo puede usar como energía y para el crecimiento y la reparación de los tejidos, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
No obstante, durante el proceso de digestión se pueden presentar gases que se forman en el intestino grueso (colon) cuando las bacterias fermentan los hidratos de carbono (fibra y algunos almidones y azúcares) que no se digieren en el intestino delgado, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
De hecho, la entidad indicó que la presencia de gas en el sistema digestivo es una parte normal del proceso de digestión y la eliminación del exceso de gas (mediante los eructos o la flatulencia) también, pero es recomendable asistir al médico si la persona tiene gases y otros síntomas, como dolor estomacal o rectal, acidez gástrica, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, fiebre o pérdida de peso, o si tiene heces fétidas y aceitosas o con sangre.
Dicho lo anterior, el portal Adelgazar en Casa menciona que la infusión de canela es ideal para mejorar la digestión y eliminar los gases, ya que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antimicrobianas, antifúngicas, hipoglucémicas, antiobesidad, afrodisíacas, antidepresivas, cardioprotectoras y anticancerígenas.
Así las cosas, para obtener los beneficios se debe hervir una taza de agua y agregar un palo de canela que se debe dejar reposando por diez minutos para consumir después de las comidas.
Sin embargo, es importante aclarar que su consumo en exceso puede ser perjudicial, pudiendo causar alergias e irritación en la piel, hipoglucemia y daño hepático en personas con enfermedades graves del hígado, motivo por el que su consumo debe ser ocasional y siempre en cantidades mínimas.
Asimismo, la canela no debe ser consumida durante el embarazo, por personas con úlceras gástricas o intestinales o que posean enfermedades graves del hígado, según explica la nutricionista Tatiana Zanin en un artículo publicado en el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
Por tal razón, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otros hábitos que ayudan a mejorar la digestión y eliminar los gases son:
1. Hacer ejercicio: La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Consumir fibra: Se le reconoce por su aporte en la prevención y alivio del estreñimiento y lo ideal es consumir por lo menos de 30 a 50 g.
3. Consumir probióticos: Los probióticos se encuentran en alimentos como el yogur, el chucrut, el tempeh, el kimchi, el kéfir, las aceitunas y encurtidos, entre otros. Sin embargo, también hay medicamentos con probióticos.
“Los probióticos actúan principalmente en el aparato digestivo, donde pueden afectar el microbioma intestinal. Este microbioma está formado por muchos microorganismos (en su mayor parte bacterias) que viven en su mayoría en el intestino grueso. Cuando una persona come o bebe suficientes probióticos, estos le ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal, y además podrían proporcionar otros beneficios para la salud”, explican los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
4. Masticar bien: Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.