Entre las frutas que ofrece la naturaleza, la piña siempre es una buena opción para el cuerpo. No solo por sus amplias facultades para ayudar a perder peso, esto porque tiene propiedades diuréticas y es digestiva y antiinflamatoria, sino también porque ayuda a reducir la presión arterial, así como al buen funcionamiento del hígado y nivela la glucosa en la sangre, entre otros beneficios.
Lo mejor es que se puede conseguir todo eso de la piña mientras se le disfruta de diferentes formas, bien sea porque gracias a su versatilidad es un buen ingrediente tanto para platos dulces como de sal o en su forma más natural en tajadas, jugo y hasta en infusiones. Según explica un artículo del sitio web Salud180, esta última forma, en té, en la que se saca provecho de la cáscara de la piña, podría ser la mejor manera para adelgazar, disminuir la inflamación en la zona del vientre y controlar la retención de líquidos con ayuda de este alimento.
Precisamente en ese lugar, se hace referencia a estudios e investigaciones sobre la piña, como uno de la Universidad de Taif, en Arabia Saudita, que explica que el extracto natural de la piña, podría ayudar a dos cosas, la primera reducir la formación de grasa, y la segunda en el aumento de la degradación de los ácidos grasos en el organismo.
Otra de las bondades de esta fruta, está relacionada con una enzima que contiene y que es buena para el proceso de digestión. Se trata de la bromelina, una enzima que ayuda a romper las moléculas de proteína dejando libres los aminoácidos que las forman. De ahí que se diga que ayuda a reducir la inflamación y la hinchazón, e incluso puede resultar beneficiosa cuando se sufre algunos trastornos digestivos, en parte también porque impide la producción de microorganismos intestinales.
Por otra parte, la piña es una muy buena forma de obtener antioxidantes, que son los encargados entre otras cosas de combatir los radicales libres y retrasar el envejecimiento. Esto, como lo explica una investigación de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, en Irán, porque dichos antioxidantes atacan el estrés estrés oxidativo en las células del cuerpo.
Ahora bien, el jengibre, es una especia sana, cargada de sabor y nutrientes, que conceden bastantes beneficios para el cuerpo y la mente. Primordialmente se destaca por ayudar a la digestión, reducir las náuseas y estimular la circulación.
Es bien conocida porque llega a la mesa en diferentes presentaciones, bien puede ser en polvo, en aceite o zumo, y porque también se puede usar en la cocina como un ingrediente para algunos platos.
Consumir jengibre regularmente puede ayudar entre otras cosas a reducir dolores musculares, reducir dolores menstruales, reforzar las defensas del organismo, estimular la circulación, acelerar el metabolismo, disminuir los niveles de colesterol, ayudar a prevenir enfermedades cardiacas así como también el cáncer y el alzhéimer, y a combatir infecciones.
Las múltiples propiedades del jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles, sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).
Esta es la forma en que usted puede preparar una infusión de piña y jengibre para obtener todos los beneficios de estos dos alimentos: para la preparación requerirá la cáscara de media piña, ralladura de jengibre fresco, la cáscara de una naranja y un litro de agua.
Ponga el litro de agua a hervir junto a todos los ingredientes. Deje hervir durante siete minutos, para después sacar la preparación del fogón y dejarla reposar durante diez minutos, al menos, antes de consumirla.