La naturaleza ofrece un sinnúmero de alternativas para aliviar y contrarrestar ciertos malestares que se generan en el organismo.
La manzanilla y el limón son dos de las opciones más utilizadas para el tratamiento de diferentes molestias, tanto digestivas como de ansiedad y musculares. La primera es una planta a la que se le atribuye un importante número de propiedades curativas.
De acuerdo con un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI), las flores de esta planta que se utilizan para preparar infusiones contienen terpenoides y flavonoides, por lo que es normal que las personas la utilicen como relajante muscular, desinflamatorio e incluso para aliviar problemas del sistema digestivo al ser antibacteriana. Aunque puede utilizarse de diversas formas, una de las más comunes y prácticas es la infusión.
La manzanilla o camomila generalmente es utilizada como paliativo del insomnio o las causas del descontrol del sueño como la ansiedad y el pánico, entre otros.
Por su parte, el limón ayuda a la limpieza del organismo, contiene propiedades antioxidantes, refuerza el sistema inmunológico y mantiene equilibrado el ph del cuerpo.
Esta fruta es fuente de vitamina C, así como de otras vitaminas y minerales en menor proporción. Su pulpa, también contiene ácidos orgánicos, fibra soluble, fitonutrientes y flavonoides, entre otros, por lo que es recomendado cuando las personas tienen gripes, resfriado común, catarros y otros malestares de las vías respiratorias.
La mezcla de estos dos productos naturales puede ayudar a aliviar algunas afectaciones como los resfriados, por ejemplo. Esta infusión permite la eliminación de toxinas que ocasionan que la afección viral persista. Algunas personas inhalan el vapor para tratar afecciones respiratorias como ser el asma y bronquitis.
¿Ayuda a adelgazar?
Aunque no existen estudios que confirmen que esta bebida puede ayudar a adelgazar, si es una alternativa a la hora de hidratarse pues no contiene muchas calorías y reduce el estrés, uno de los factores determinantes del aumento de peso.
Adicionalmente, la manzanilla tiene propiedades que ayudan a calmar la ansiedad, lo que contribuye a que el cuerpo se sienta saciado y por ende disminuya el deseo de estar consumiendo alimentos. Si la persona quiere potenciar este efecto puede agregar a la infusión hojas de té verde, que es ideal para cumplir con el propósito de bajar de peso. Según el portal, Mejorconsalud, este té posee propiedades diuréticas por lo que se un buen remedio contra la retención de líquidos. Por ello, podría también contribuir, en cierta forma, con la desinflamación del abdomen.
Consumir en la noche la infusión de manzanilla ayuda a controlar la ansiedad y algunas alteraciones cerebrales que conllevan al insomnio. Esto permite que las personas descansen y recuperen energía.
¿Cómo se prepararla?
La forma más natural de preparar esta infusión de manzanilla es con un manojo fresco de las flores y el jugo de un limón. Se pone a hervir un vaso de agua y se le adiciona la cantidad de flores que la persona considere, se deja reposar durante unos 10 o 15 minutos y se agrega el jugo de limón.
No obstante, de acuerdo con especialistas de la Clínica Mayo, el uso hierbas, como la manzanilla puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas, por lo que antes de tomar esta infusión es recomendable conocer la opinión de un especialista.
De igual forma, aunque no se haya demostrado que tomar manzanilla en el embarazo es perjudicial para la madre o para el bebé, siempre conviene tomar ciertas precauciones.
Es importante distinguir entre la manzanilla “normal” y el té de manzanilla. El segundo está contraindicado en embarazadas, sobre todo si tiene menos de 15 gramos de manzanilla o si la mujer está en el primer trimestre de la gestación.
Aunque el té de manzanilla con limón no es una bebida abortiva en sí misma, esta infusión puede ser estimulante y por ello no es recomendable que las embarazadas lo consuman. La recomendación siempre de los especialistas en consultar la opinión del médico.