Los riñones son un par de órganos localizados en la parte inferior de la espalda. Cada uno se encuentra en un lado de la espina dorsal y juegan un papel clave en el organismo, pues son los encargados de filtrar la sangre y eliminar las toxinas del cuerpo.
Estos órganos envían toxinas a la vejiga y posteriormente el cuerpo las expulsa con la orina. Cuando los riñones pierden la capacidad para filtrar desechos de la sangre de forma eficiente, se comienza a complicar la salud de las personas.
Según el sitio especializado Healthline, muchos factores pueden interferir con la salud del riñón y la función que desempeña, como por ejemplo: la exposición tóxica a los contaminantes ambientales o a ciertos medicamentos; algunas enfermedades graves o crónicas, deshidratación grave o un traumatismo renal.
Según la web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las causas de que los riñones no puedan eliminar adecuadamente las toxinas también incluyen problemas genéticos y lesiones. Además, las personas que tienen enfermedades como diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún problema de los riñones, pueden ser más propensas a presentar molestias en estos órganos.
La enfermedad renal crónica va dañando los nefrones, que son precisamente los componentes funcionales básicos del riñón, responsables de filtrar la sangre, absorber lo que el cuerpo necesita y eliminar los desechos sobrantes. Otras enfermedades de los riñones pueden incluir cáncer, quistes, piedras e infecciones.
Algunos de los factores de riesgo para que se presenten problemas en los riñones son la deshidratación, el alto consumo de sodio, la obesidad, diabetes, cirugías y enfermedades digestivas.
Por todo ello, limpiarlos no es un ejercicio que se deba hacer de vez en cuando. Se trata de un hábito que las personas deberían implementar de forma diaria con el fin de lograr condiciones más saludables. Para lograr este propósito, los expertos recomiendan tomar mucho líquido, reducir el consumo de alimentos procesados, sustituir la proteína animal por la vegetal y eliminar la sal de la dieta, así como el dulce, y el alcohol.
Una bebida natural
Dada la importancia de estos órganos es clave mantenerlos limpios para evitar problemas de salud y uno de los remedios caseros y naturales que puede aportar en este proceso es la infusión de perejil y limón.
Según el portal Mejor con Salud, el perejil es un potente antioxidante que ayuda a rejuvenecer las células de los riñones facilitando su función.
También es rico en minerales, capaces de mantener fuertes los riñones, depurándolos de toxinas y grasa; contiene betacaroteno, clorofila y vitamina C: ideales para prevenir infecciones y tumores y para fortalecer el sistema inmune del cuerpo.
Adicionalmente, esta planta tiene componentes que la convierten en un diurético natural que ayuda a eliminar líquidos; además de que reduce la hipertensión, lo cual es bueno para la salud de los riñones.
Por su parte, el limón es rico en vitamina C y vitamina P. Estos dos elementos ayudan a fortalecer y cuidar los vasos sanguíneos de los riñones, al tiempo que pueden tratar la hipertensión. Se trata de una fruta baja en sodio y alta en potasio, lo cual también es bueno para estos órganos.
Así se prepara
Para preparar la bebida se requiere de cinco ramas de perejil, que deben ser bien lavadas. Después se lleva a una olla donde haya un litro de agua hirviendo y se deja hasta que ésta logre punto de ebullición. Posteriormente, se retira del fuego y se le añade el jugo de un limón.
Lo aconsejable es tomar cuatro vasos al día e iniciar con uno de ellos en ayunas. Otro después del almuerzo, uno más a media tarde y otro después de la cena.
Esta bebida se puede repetir dos veces a la semana. El sabor puede ser un poco fuerte, pero las personas deben tener presente que se trata de un remedio con un alto contenido en vitaminas y que será muy energético y bueno también para quienes padecen de anemia.