Para hablar de una de las principales afecciones de los riñones, primero se debe empezar por entender la importancia de estos dos órganos para el buen funcionamiento del organismo, además, de la razón de mantener esta parte del cuerpo sana.
En ese mismo sentido, los riñones cumplen con la función de filtrar los desechos y el exceso de agua de la sangre mediante la orina, manteniéndola limpia y químicamente equilibrada, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, aparecen afecciones como los cálculos renales o también conocidos como piedras en los riñones y se caracterizan por ser una masa sólida que se forma en estos órganos cuando los minerales o sales ácidas que se encuentran en la orina se cristalizan.
Según el portal Cinfasalud, de España, son diversos los factores que pueden generar esta afectación. Por ejemplo, tener antecedentes familiares, la dieta, la cantidad de líquido que se ingiere, los trastornos metabólicos y las infecciones del tracto urinario, entre otros.
Generalmente, los cálculos renales más pequeños que se alojan en el riñón no causan ningún síntoma y es posible que las personas no sepan que tienen estas piedras hasta que se mueven hacia el uréter, el tubo por el que viaja la orina para llegar desde el riñón hasta la vejiga, en donde pueden obstruir y generar dolor.
Por tal razón, la alimentación es esencial y se aconseja reducir el consumo de sal, mejorar la hidratación y disminuir la ingesta de proteínas, sobre todo los de origen animal, los productos procesados y los lácteos.
Entre los alimentos más saludables para el riñón, se encuentra las verduras y hortalizas, como la lechuga, coles, zanahoria, puerro, apio, cebolla y frutas como la uva, melón, sandía, cítricos, melocotón, ciruela, manzana, níspero, mango, plátano; los cereales integrales y, por supuesto, las infusiones.
Este último es fundamental porque las plantas medicinales con las que se hacen, ayudan a fortalecer sus funciones de drenaje, estimular la micción, descongestionar las vías urinarias, contribuir a reducir la inflamación renal y a prevenir infecciones o formación de cálculos. Entre esos tés beneficiosos está:
Infusión de cola de caballo
Es un té diurético que alivia las infecciones genitourinarias, la inflamación de la vejiga, los problemas de próstata y las dificultades de micción. Además, favorece la expulsión de piedras en el riñón, reduce los niveles de ácido úrico y previene la retención de líquidos.
Esto se da gracias a las propiedades depurativas, remineralizantes, astringentes, antihemorrágicas y cicatrizantes. Para prepararla, necesita un litro de agua y colocarla a hervir con la hierba de cola de caballo. Lo más recomendable es consumir tres vasos al día.
Infusión de gatuña
Cuenta con propiedades diuréticas, astringentes y antiinflamatorias que ayudan a prevenir y eliminar los cálculos renales y biliares, regular los niveles de ácido úrico y contribuye a la expulsión de líquidos retenidos.
También, se ha destacado para combatir los edemas y las inflamaciones renales. La gatuña hace una acción protectora sobre el hígado y la vesícula, lo que refuerza sus efectos depurativos y desintoxicantes. No obstante, su componente antiséptico es útil para prevenir la cistitis crónica. La infusión se debe tomar dos veces al día.
Por otra parte, consumir limonada puede ayudar a esta afección. Pues Mejor con Salud indica que, por su alto contenido de vitamina C y antioxidantes, se considera que esta bebida aportaría en la protección de la salud renal, gracias a que ayuda a desintoxicar. “Además, se cree que el ácido cítrico aumentaría los niveles de citrino en la orina, que es un compuesto que previene la formación de cálculos renales”, concluye la citada fuente.