La presión arterial elevada es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo. A esta afección también se le conoce como hipertensión. Esto ocurre cuando la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes es muy alta de manera constante, por lo que el corazón debe trabajar más para bombear sangre, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). En general, la hipertensión se evidencia cuando hay una lectura de la presión arterial de 130/80 milímetros de mercurio o superior. Estos dos números son la presión sistólica y diastólica.

Los Instituos Nacionales de Salud de Estados Unidos explican que la presión sistólica es la que se genera cuando los ventrículos bombean sangre fuera del corazón; mientras la diastólica se da entre latidos cuando el corazón se está llenando de sangre.

La presión arterial elevada normalmente no genera síntomas. | Foto: Krunja Photography

Esta es una afección que generalmente no presenta síntomas, pero es un factor de riesgo cardiovascular muy prevalente y aunque es una enfermedad tratable, la falta de control desencadena complicaciones graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca o ictus, precisan los expertos.

Diversos factores inciden en la presión arterial, entre ellos, la cantidad de agua y de sal que la persona tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La ingesta de una alimentación saludable es clave para controlar la presión arterial y de manera complementaria se pueden consumir algunos remedios caseros que no solo previenen este padecimiento, sino que también mejoran la circulación de la sangre.

El limón ayuda a mantener la sangre en buena condición. | Foto: Getty Images

Infusión de limón

Uno de ellos es la infusión de limón. Este fruto cítrico es saludable para eliminar las toxinas del organismo, ayudando a limpiar el hígado y otros órganos, y favoreciendo la eliminación del exceso de sodio mediante la orina. Su alto contenido de vitamina C mejora la circulación sanguínea, siendo un gran aliado para combatir la hipertensión arterial, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.

En esta línea, el portal de salud Tua Saúde indica que el consumo regular de esta fruta ayudaría a aliviar este padecimiento debido a que es rica en flavonoides que ejercen un efecto inhibitorio en la vasoconstricción de las arterias, relajando los vasos sanguíneos y mejorando así el flujo sanguíneo y también destaca su riqueza en vitamina C.

El portal Nuitrición y Farmacia asegura que el limón tiene efectos coagulantes, gracias a que con el calcio que ofrece al organismo, consigue mejorar la densidad de la sangre y mantenerla en los niveles adecuados. De igual forma, como es fuente de hierro, ayuda a aumentar la cantidad de hemoglobina en el organismo, facilitando que el oxígeno llegue a todo el cuerpo.

El limón aporta propiedades antioxidantes. | Foto: Brand New Images

Un artículo del diario El Universal, de México, refiere una investigación dada a conocer en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, en la que se concluye que los cítricos contienen una sustancia antioxidante llamada hesperidina, la cual estimula la producción de óxido nítrico, un vasodilatador que relaja las paredes de las arterias, facilitando la circulación de la sangre.

Este mismo compuesto disminuye la inflamación y la rigidez de los vasos sanguíneos en personas con síndrome metabólico. Ambos factores están relacionados con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, asegura la Sociedad Chilena de Obesidad.

¿Cómo consumirlo?

Una de las formas de aprovechar sus beneficios es preparando una infusión. Para prepararla solo se requiere añadir el zumo fresco de un limón a una taza de agua caliente y beberla preferiblemente sin endulzar. Una de las recomendaciones es consumirla en ayunas y también se puede beber después del almuerzo.