Una de las maneras que se tienen para gozar de una buena salud física es poder confiar en la naturaleza. Si bien la ciencia o la tecnología han avanzado rápidamente con el paso de los años, cada vez son más los médicos que insisten en basar los tratamientos en el uso de plantas, debido a que son las principales fuentes de nutrientes que existen.
Es tanto así que los científicos expertos de la Organización Mundial de la Salud han emitido su concepto oficial al respecto del uso de las plantas. “Los medicamentos derivados de las plantas ocupan un importante lugar tanto en la medicina tradicional como en la moderna. Por esa razón, un esfuerzo especial por conservar la gran diversidad de especies vegetales contribuiría indudablemente, a largo plazo, a mitigar el sufrimiento humano. Para ello es preciso aplicar tecnologías agroindustriales de eficacia probada al cultivo y elaboración de las plantas medicinales y a la fabricación de medicamentos herbarios”, indica la entidad.
Así las cosas, tanto ha sido el impacto de las hierbas en la medicina que se está estudiando la manera de que los tratamientos creados en un laboratorio las tengan como base, buscando utilizar las bondades de la naturaleza y mezclarlas con las capacidades de la ciencia.
“De hecho, se están desplegando esfuerzos para impulsar el uso industrial de las plantas medicinales, incluidos los remedios herbarios. y promover la cooperación técnica entre los países en desarrollo para crear industrias farmacéuticas basadas en las plantas. Se podrían concertar acuerdos comerciales, que fortalecerían la competencia y capacidad técnica local. Un punto de arranque lógico sería mejorar la capacidad de acopio de datos y el análisis estadístico, con vistas al levantamiento de mapas económicos de la flora medicinal y a sus aplicaciones industriales. Si las perspectivas económicas fueran suficientemente buenas, se podría proceder a establecer centros de datos sobre plantas medicinales y productos derivados de las plantas, a nivel nacional o regional, con el fin de facilitar el intercambio de información. Ello podría formar parte de un sistema más amplio de información sobre temas tales como la salud, el medio ambiente y el desarrollo económico”, agrega el documento de la OMS.
En ese sentido, una de las plantas con más beneficios para el organismo es el boldo. Este es un arbusto utilizado desde la antigüedad para tratar diferentes enfermedades como la reuma, los trastornos digestivos y las fallas hepáticos o renales. Sus hojas, que son las partes más utilizadas en la preparación de los remedios naturales, tienen un olor característico similar al del limón.
Este puede prepararse con una base de agua caliente, pero también se encuentra en extracto seco como cápsulas, aceite esencial, jarabe o solución líquida.
Por sus propiedades, es una de las hierbas más recomendadas para tratar al hígado y la vesícula biliar, gracias a los altos niveles del alcaloide más destacable que posee, que es la boldina. Además, tiene bondades sedantes, expectorantes, antiinflamatorias y carminativas.
A su vez, tiene cerca de 20 otros alcaloides, los cuales son capaces de cambiar la composición química de la bilis, lo que hace posible que prevengan la formación de cálculos biliares o piedras en la vesícula.
Por otro lado, tiene la capacidad de reducir los niveles de colesterol malo, debido a que depura el hígado y el colesterol presente en la bilis, aportando a la eliminación de grasas presentes en el organismo. Esto le ayudará a aquellos que padecen de ictericia, cirrosis o hígado graso.
En casos de obstrucción en las vías biliares o enfermedades hepáticas y renales graves, no se aconseja el consumo desmedido de boldo. Vale la pena comunicarse con un especialista antes de añadirlo a su tratamiento, en estos casos.