El colon, parte final del intestino grueso, es un órgano largo en forma de tubo que se encuentra en el abdomen y el cual transporta los desechos para eliminarlos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, existen muchos trastornos que pueden afectar su capacidad para funcionar adecuadamente. Entre ellos:
- Pólipos del colon: aunque la mayoría de los pólipos son inofensivos, si no son tratados adecuadamente, pueden convertirse en cáncer. Estos se forman debido al “crecimiento de tejido en el colon”.
- Síndrome del intestino irritable: esta afección suele causar cólicos en el estómago, diarrea, calambres y, en ocasiones, según Focus Medica, gases.
- Colitis ulcerativa: son úlceras en el colon y en el recto.
- Cáncer colorrectal: la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que este tipo de cáncer es el cuarto más común en las Américas, por lo que cada año se producen en la región más de 240.000 nuevos casos y aproximadamente 112.000 muertes debidas a esta enfermedad.
- Diverticulitis: se trata de una inflamación o infección de pequeñas bolsas, llamadas divertículos, en el colon.
Por tal razón, para evitar afecciones en el colon es importante tener hábitos saludables y una recomendación de El Español es consumir infusiones como:
- Té de Jengibre: Es antiinflamatorio y mejora la salud intestinal.
- Zumo de limón: Posee fibra soluble como la pectina (que se encuentra principalmente en la capa blanca que hay debajo de la corteza) lo cual es ideal para prevenir el estreñimiento, especialmente si se toma con agua tibia en ayunas.
- Aloe vera: Una investigación de la Universidad Qassim reveló que el aloe vera es ideal para limpiar el colon de forma natural, pues el portal Salud 180 citó una parte del estudio que señala que “regula la acidez estomacal y ayuda en el funcionamiento de la mucosa intestinal. Tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y cicatrizantes que ayudan a depurar el colon”.
- Zumo de manzana: La Fundación Española de la Nutrición (FEN) indica que la manzana aporta hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de azúcares como fructosa, glucosa y sacarosa, y contiene cantidades apreciables de fibra, tanto soluble como insoluble, siendo esta última la más abundante. De hecho, de cada 100 gramos de manzana 2,4 son pura fibra, lo cual es beneficioso para la salud, pues esta se encarga de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
- Té de anís: Esta planta tiene propiedades digestivas, ya que controla las flatulencias y la inflación estomacal.
- Agua de vinagre: Mejora el tránsito intestinal y elimina las toxinas acumuladas.
De todos modos, antes de consumir alguna infusión lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras recomendaciones para cuidar el colon son:
1. Tomar agua: Este líquido acelera el metabolismo, genera saciedad y adicional hidrata el cuerpo. No obstante, de acuerdo con Mayo Clinic, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros.
2. Hacer ejercicio: Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
3. Eliminar los alimentos que ocasionan gases e inflamación: Entre los alimentos que más comúnmente causan gases se encuentran los frijoles, guisantes, lentejas, repollo, cebollas, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos, ciertas frutas y cerveza y otras bebidas con gas.