Un importante y esperanzador avance para combatir la enfermedad del alzhéimer, que afecta a millones de personas en todo el mundo reveló el Hospital Brigham and Women.
Iniciarán las primeras pruebas en ensayo clínico que probará la seguridad y eficacia de una nueva vacuna administrada por vía nasal destinada a prevenir y retrasar la progresión de la enfermedad de Alzhéimer.
”El ensayo representa la culminación de casi 20 años de investigación dirigida por Howard L. Weiner, MD, codirector del Centro Ann Romney para Enfermedades Neurológicas en Brigham”, señaló el hospital en un comunicado.
“El lanzamiento del primer ensayo en humanos de una vacuna nasal para el alzhéimer es un hito notable”, dijo Weiner.
“Durante las últimas dos décadas, hemos acumulado evidencia preclínica que sugiere el potencial de esta vacuna nasal para la EA. Si los ensayos clínicos en humanos muestran que la vacuna es segura y efectiva, esto podría representar un tratamiento no tóxico para las personas con Alzheimer, y también podría administrarse temprano para ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer en personas en riesgo”, añadió.
Esta vacuna utiliza el modulador inmunológico Protollin, un agente intranasal en investigación que estimula el sistema inmunológico. Protollin se compone de proteínas derivadas de bacterias y se ha utilizado de forma segura en humanos como adyuvante de otras vacunas.
Asimismo, de acuerdo con los expertos, este está diseñado para activar los glóbulos blancos que se encuentran en los ganglios linfáticos de los lados y la parte posterior del cuello para migrar al cerebro y desencadenar la eliminación de las placas de beta amiloide, una de las características distintivas de la enfermedad.
De acuerdo con el comunicado del hospital, el ensayo será inicialmente limitado, contando solo con 16 personas de entre 60 y 85 años con síntomas de Alzheimer. Estas personas recibirán dos dosis de la vacuna con una semana de diferencia.
“Estamos encantados de ver a Protollin aprobado para avanzar en ensayos clínicos después de muchos años de trabajo pionero, y nos sentimos honrados de contribuir con nuestra experiencia en el esfuerzo global para desarrollar terapias novedosas para esta devastadora enfermedad”, dijo el Dr. Jingwu Zang, fundador, presidente y director de I-Mab, el laboratorio encargado de distribuir el inmunológico.
De otra parte, el hospital sostuvo que el objetivo principal del ensayo de fase I será determinar la seguridad y tolerabilidad de la vacuna nasal. ”El equipo de investigación también medirá el efecto de Protollin nasal en la respuesta inmune de los participantes, incluidos sus efectos sobre los glóbulos blancos, mediante el examen de marcadores de superficie celular, perfiles genéticos y ensayos funcionales”, explicó.
Un examen revelador
Desarrollar alzhéimer es tal vez uno de los más grandes temores de quienes se acercan a la tercera edad. A medida en que la gente vive más, el número de casos ha ido en aumento y según la Organización Mundial de la Salud en el mundo hoy hay unos 47 millones de personas con demencia, pero en 2030 se espera que sean 75 millones.
La mayoría de estos pacientes se diagnostica cuando ya tienen síntomas clínicos muy evidentes como pérdida severa de la memoria, confusión, olvido de palabras y ansiedad. Eso quiere decir que la enfermedad empezó, por lo menos, 15 años atrás. “Si una persona presenta síntomas a los 65 es porque la enfermedad pudo comenzar a los 50″, dice el experto Miguel Sabogal García.
No hay cura para el alzhéimer, por lo tanto, hoy es una enfermedad catastrófica que le roba lentamente las capacidades cognitivas a la persona. “Desde todo punto de vista es costosa”, dice Sabogal. “Los medicamentos y los exámenes son muy caros. Además de eso, el paciente requiere de por lo menos tres cuidadores y en etapas avanzadas debe tener alimentación especial y pañales, todo lo cual va sumando. Adicionalmente, pueden durar cinco, diez y hasta 15 años o se mueren de otras causas”, agrega.
La ciencia ha querido encontrar una manera más temprana de diagnosticar el alzhéimer esporádico, pero no es fácil porque los síntomas se confunden con el deterioro normal del cerebro. Incluso hay personas con un deterioro cognitivo leve (DCL), en el que comienzan a olvidar nombres, tienen problemas para planificar u organizar cosas o se distraen con facilidad, pero solo una de cada diez con DCL desarrolla demencia. “Después de los 50 todos tenemos un deterioro más o menos del 1 por ciento al año, pero cuando ese deterioro es del 10 por ciento hay problemas serios”, dice Sabogal.
Ahora, la buena noticia es que, en menos de cinco años, estará disponible comercialmente una prueba fácil, rápida y menos costosa que le permitiría saber a la población su riesgo de padecer esta demencia, al menos una década antes de que aparezcan los síntomas.
Es una muestra de sangre que detecta el nivel de la proteína tau circulante, uno de los indicadores del alzhéimer. Y es probable que haya muchas otras. Ahora mismo en Gran Bretaña, la Universidad de Cambridge está desarrollando una prueba que en cinco minutos predice con alta eficacia el riesgo de alzhéimer 15 años antes. Consiste en mostrar rápidamente imágenes de un animal o de ningún animal.
El paciente debe decir a la misma velocidad si lo ve o no. “En términos evolutivos, detectar un animal muy rápidamente fue vital para nuestra supervivencia. La tarea involucra algunas de las estructuras más básicas de nuestro cerebro, como la amígdala, que ayuda a regular nuestras respuestas de lucha o huida”, dijo uno de los investigadores al diario The Daily Mail.